Nicolás Lynch
El jalón de pelos va más allá. Es señal del grave aislamiento del gobierno del Perú frente a sus ciudadanos, ejecutivo y congreso incluidos, una metáfora de la ilegitimidad con la que se mueve el poder político en el país. Tan seguros se sienten en sus puestos estos individuos que el 90% en promedio que tienen de desaprobación en las encuestas no los ha despertado de su sueño autoritario ni parece que el jalón de pelos vaya a hacerlo tampoco.