Hace unos días, salió publicado el Informe Técnico de la Evolución de la Pobreza para 2009.

Este informe además de brindar los resultados de la pobreza monetaria en el país (que se redujo de 36.2% a 34.8%),  nos muestra la evolución de la desigualdad por el lado de los gastos e ingresos que en los últimos también se habría reducido. A continuación, pasamos a desarrollar éste último punto.
El coeficiente de Gini¹ es el índice más importante para medir la desigualdad en una economía. Para calcularlo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) utiliza exclusivamente a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). Uno de los problemas de utilizar únicamente esta fuente es el sub-reporte de la información. Esto quiere decir que al momento de trabajar la información, se opta por dejar de lado a los hogares con niveles extremos de ingreso (tanto bajo como alto).
 
Uno de los hechos que refleja la presencia del sub-reporte de la información es la divergencia entre el consumo ejecutado por el total de familias de una economía obtenido de las encuestas y el derivado a partir de las cuentas nacionales. En ese sentido, Ravallion (2001) encuentra evidencia de esta incompatibilidad para 88 países en desarrollo (entre los que se encuentra el Perú). Además, éste autor encuentra que la exclusión de los ingresos de los hogares más pudientes es significativa para entender esta discrepancia.
   
Para el caso peruano, de acuerdo a Francke e Iguiñz (2006) las encuestas de hogares no recogen adecuadamente la información del consumo de los hogares de mayores ingresos. Por ejemplo, de acuerdo a la ENAHO del año 2000 solamente dos hogares gastaron mensualmente un monto superior a los US$ 3,000.
Asimismo, Yamada y Castro (2006) formulan coeficientes de Gini alternativos reemplazando el consumo medio obtenido por la encuestas por su contraparte de las cuentas nacionales para los años 1997,2001 y 2004 (ver cuadro). 
  
Cuadro: Coeficiente de Gini del ingreso per capita derivado de las encuestas y las cuentas nacionales
 
Fuente: Yamada y Castro (2006).
Elaboración: Otra Mirada
 
De acuerdo al gráfico, no solo hay un subestimación de los niveles de desigualdad a partir de la información de las encuestas con respecto al de las cuentas nacionales. Sino que la evolución a lo largo del tiempo es disímil. Mientras que la desigualdad obtenida a partir de las encuestas se reduce, la obtenida a partir de las cuentas nacionales se incrementa.
 
Finalmente, si bien el estudio de Yamada y Castro responde a una coyuntura económica diferente a la que ahora experimenta el país, lo cierto es que sus resultados deben llamar a la reflexión con respecto al cálculo de desigualdad y sobre todo con respecto a su evolución en los últimos años. Más aún si acabamos de experimentar un crecimiento exponencial de las utilidades mineras cuya repartición está fuertemente concentrada y posiblemente no se encuentren registradas en la ENAHO. En ese sentido, resulta sumamente importante complementar y cruzar la información obtenida de la ENAHO con la de las cuentas nacionales, la discusión queda abierta.
 

¹El índice de Gini asume valores entre 0 y 1. En dónde el 0 significa un escenario de total igualdad y 1 de desigualdad.