¿Lío de comadres o delegación de facultades?
Nicolás Lynch
Aunque usted no lo crea en este dilema se debate el Congreso de la República. Hoy, viernes 12 de junio, se debería poner a debate el tema de la delegación de facultades que ha pedido el Ejecutivo. Sin embargo, ayer se trenzaron en tamaña pelea entre oficialismo y oposición que se duda hoy tengan quorum para tratar el tema de fondo que es este pedido del gobierno.
Resulta que las madres y padres de la patria empezaron a jugar al “off side”, me voy, te vas, me quedo, porque la Presidenta del Congreso, Ana María Solórzano se negaba a poner en agenda el pedido judicial de desafuero del congresista Alejandro Yovera (que no tuvo la suerte de Cecilia Chacón y fue condenado, no absuelto por el Poder Judicial). El MEF tiembla entonces porque su siempre dócil Congreso podría hoy no hacerle caso y se quedaría con las facultades en el folder.
Sin embargo, superando el lío de ayer si es que sucede, vale la pena reflexionar sobre la tal delegación de facultades. Se tiene previsto la presentación del Premier Pedro Cateriano para sustentar dicho pedido, quien estará acompañado de los ministros de Economía y Finanzas, Alonso Segura; de Energía y Minas, Rosa María Ortiz; de la Producción, Piero Ghezzi; de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo, y de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Milton Von Hesse.
Pese a la reticencia mostrada por el fujimorismo, en el resto de bancadas existe consenso y todo indica que se aprobaría el pedido. Si bien siempre ha existido el ánimo de apoyar las propuestas del Ministerio de Economía (MEF) por parte de las distintas bancadas, en esta oportunidad, Fuerza Popular se ha mostrado en contra. Tal oposición no es gratuita. El fujimorismo también quiere sacar una ventaja con esta delegación. Está negociando la conformación de la nueva mesa directiva.
¿Pero qué es lo que se ha pedido exactamente?
Punto por punto
El documento presentado, que consta de tres páginas, se compone de nueve puntos cuyo objetivo es impulsar la economía del país. Para eso se proyecta fomentar la inversión pública y privada, desarrollar la modalidad de obras por impuestos, así como optimizar los procedimientos en las áreas mencionadas. Además de facilitar y proteger el comercio al interior y exterior del país, flexibilizando barreras que lo limitan.
También plantea supervisar la labor de las entidades financieras y cooperativas, propone el fortalecimiento de la organización de las instituciones públicas. Asimismo, reforzar el marco legal y el rol del Estado en la promoción, planificación y seguridad para las actividades relacionadas al sector energía y minas; y la administración a nivel local y venta al exterior de la energía eléctrica que se produce en el país.
Pero la solicitud no ofrece mayores detalles de cómo es que se llevará a cabo cada una de estas medidas. Es más, algunas propuestas están fundadas en temas sobre los cuales ya se habían aprobado paquetes de normas con anterioridad y que en su momento fracasaron. Un ejemplo de ello es el de la promoción de la inversión privada. ¿Se acuerdan? Lo han repetido hasta la saciedad e igual baja. Y no solo se debe a la situación económica mundial. El problema radica en que no se está fortaleciendo la demanda.
Otro punto de interés y que requiere una clara explicación es el de la exportación de recursos como el gas que hasta el momento ha ido en desmedro de la seguridad energética local. Asimismo, se debe ver la forma en la que se abordará la minería en los próximos meses. Teniendo en cuenta que aún permanece latente el conflicto social por el proyecto Tía María, se debe proponer acciones específicas y que no sigan la lógica de entreguismo que hemos visto en los últimos años. Se trata de más de lo mismo. Es inaceptable que se postulen medidas que revalidan el modelo económico de los últimos 25 años y que a la larga solo afectarán al país.
Es cuestionable, además, que a pocos meses de finalizar su mandato el Ejecutivo recién haga un pedido de tal magnitud. La cantidad de temas que abarca en su pedido son muy amplios e imprecisos. Pareciera más un plan de gobierno para los próximos cinco años que una serie de acciones concretas. ¿Qué se pretende con la aprobación de estas medidas? Teniendo en cuenta que estamos a puertas de entrar al último año de gobierno de Ollanta Humala, año que se perfila para la carrera electoral, la solicitud de facultades permite pensar que se trata de una argucia para sacar alguna ventaja política.
¿Será esta una excepción y le negaran al MEF lo que pide, aunque no sea por buenas razones? Nadie lo sabe en realidad, pero el pulso estará a la orden del día. Finalmente veremos si el gran capital asusta más a nuestros congresistas que sus líos internos y se ponen o no a debatir el tema de las desubicadas facultades. Aunque, en realidad, tan inútiles son estas, que quizás sea más entretenido algo más de box parlamentario.
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