Sobreviviendo a “Lavajato”

¿Es el caso Odebrecht, el peor tsunami político ocurrido en el país desde el retorno de la democracia tras la caída del fujimorato? ¿Quiénes son los "sobrevivientes" de un caso de corrupción que se está llevando de encuentro a los presidentes y funcionarios de la transición democrática? 

La última encuesta de GFK revela las cifras de cansancio de los peruanos frente a los hechos de corrupción y las reacciones de las autoridades actuales. Solo un 29% de los encuestados aprueba la gestión del presidente Pedro Pablo Kuczynski, además el 52% de los entrevistados considera a la  corrupción como el segundo problema del país, solo 9 puntos por debajo de la delincuencia. 

En este mismo sondeo, el 74% cree que la corrupción puede presentarse en cualquier gobierno, sin importar su tendencia ideológica. Una cifra que se comprueba con la realidad si vemos quienes están siendo implicados en el escándalo de corrupción "LavaJato". 

Pese a que sus bancadas quiere obviarlo, el gobierno fujimorista y el primer régimen alanista aparecen en este listado de gobiernos que firmaron contratos con la empresa brasilera. Tras la caída del fujimorato los gobiernos siguientes aparecen en las declaraciones de Jorge Barata, el ex hombre fuerte de Odebrecht en el país: Alejandro Toledo por el caso de la Interoceánica (tema que podría llegar hasta PPK); Alan García, que si bien no ha sido señalado por el brasilero, si hay funcionarios de su gobierno implicados en casos de corrupción además de ser el gobierno con la mayor cantidad de adendas firmadas con las empresas cariocas y Ollanta Humala, que junto a su esposa Nadine Heredia han sido sindicados como receptores de tres millones de dólares de "donación" para su campaña política. 

Así las cosas, son varios los líderes partidarios que están tratando de capear un temporal donde cada uno trata de aparecer como el más impoluto, el más inmaculado, el que jamás ha sido tocado por esta oleada de corrupción y malversación. 

La encuesta de GFK, perfila a los principales líderes políticos de esta forma: 


De los 9 personajes señalados en la encuesta, siete de ellos han postulado en las últimas elecciones presidenciales, dos de ellos continúan en la política activa desde el Congreso de la República (Kenji Fujimori y Marco Arana) y tres (Verónika Mendoza, Julio Guzmán y Gregorio Santos) están recolectando firmas para colocar a su agrupación en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para seguir en carrera el año 2021. 

Casi todos han subido, mínimamente, sus porcentajes de aprobación, resaltando Keiko Fujimori y Julio Guzmán, quienes -curiosamente- aparecían en los primeros sondeos de las elecciones del 2016 como los posibles competidores de una segunda vuelta electoral. 

Más allá vemos a una izquierda -nuevamente- fragmentada, producto de sus encontrones congresales. Tres personalidades se manifiestan en este listado, Verónika Mendoza (en el tercer lugar de este cuadro), Gregorio Santos (con fuerte presencia en Cajamarca) y en último puesto, el congresista marco Arana. En teoría, desde la izquierda ellos tres serían los referentes que deberían unir a todos los espacios "zurdos" en el país. 

Sin embargo la realidad es distinta: Mendoza (32%), es relacionada por los ciudadanos con el tándem Humala-Heredia. Su cercanía con la ex pareja presidencial y el asunto no aclarado de su participación en las mediáticas "agendas de Nadine", la dejan en posición adelantada, mientras que el Movimiento Nuevo Perú, continúa recolectando firmas. En el caso de Santos (14%) y Arana (5%), su disputa es fuerte en Cajamarca, sin embargo no encuentran fuerza en la capital peruana. "Goyo" tiene pendiente un proceso judicial por delitos de corrupción durante su paso por el Gobierno Regional de Cajamarca. Y en lo que coinciden con Arana es en esa imagen de "antisistema" que un sector de los medios y de los políticos peruanos, junto a los gremios empresariales se han encargado de enrostrarle. 

Sobre los hechos de Lavajato, Mendoza trató de presentarse como vocera de la "Gran Marcha contra la Corrupción" del 16 de febrero, y de desmarcarse de los acusados al poner en el mismo saco a todos los exmandatarios y al mismo PPK; pero esto no le habría servido de mucho. Al frente, Arana se mostró más cauto desde su posición congresal y exigió investigación a todos los gobiernos. Santos, más bien, mostró una posición más radical: Cambio de Constitución, sanción para los corruptos y "que se vayan todos".  

LA DERECHA, EL "CENTRO" Y EL FUJIMORISMO

En la otra orilla de la política peruana, la derecha y el centro se disputa entre varios y la cosa se perfila de este modo. Julio Guzmán, visto como una "víctima" del sistema electoral (recordemos que fue sacado de carrera por un asunto administrativo) ocupa el segundo lugar de las preferencias con un 32%.  
Él ha salido poco a los medios, sus comunicaciones han sido vía redes sociales, donde ha señalado que el caso "LavaJato" es "el meteoro que extinguirá a los dinosaurios políticos", buscando así colocarse como un elemento "nuevo" y "limpio", como una opción. 

Alfredo Barnechea (18%), se mantiene en silencio, un "mutis" que no ha hecho variar su porcentaje de aprobación. Más bien, sus alfiles Víctor García Belaunde y Yonhy Lescano son la punta de lanza de un Acción Popular, que busca recuperar los bríos que le dejó el gobierno de transición de Valentín Paniagua.  
Sin embargo, Barnechea recoge más el legado de Fernando Belaunde Terry, que el de Paniagua. Y eso es un error que lo lleva a perder de vista la transición y la importancia de Paniagua Corazao en el proceso democrático, y que podría darle algún crédito adicional en la carrera electoral.

En el lado del fujimorismo, la cosa sigue igual de partida. Que existan dos líderes "históricos" en las  preferencias de la ciudadanía, habla mucho de lo que hoy por hoy es la situación del movimiento  naranja. Keiko (39%) y Kenji Fujimori (21%), aparecen como los personajes que deben llevar al fujimorismo a conquistar lo que están buscando desde que su líder máximo fugó a Japón, renunció por fax, candidateó al senado de ese país, volvió a Chile, fue extraditado, procesado y encarcelado por delitos de lesa humanidad y  corrupción. 

La hija mayor del exdictador se ha intentado desmarcar de la figura paterna, pero tiene muchas cosas pendientes, entre ellas la investigación que se le ha iniciado por lavado de activos, luego que el ex secretario general de su partido, Joaquín Ramírez, fuera acusado por ese delito. Keiko ha asegurado que este caso, la investigación contra sus hermanos por tráfico de drogas y lavado de activos, además de la ampliación de la extradición a su padre por la justicia chilena, forman parte  de una "cortina de humo del gobierno para tapar la corrupción de Odebrecht". De esta forma, la ex primera dama y ex candidata busca aparecer como la víctima de una persecución política y de una campaña orquestada desde hace 17 años contra el fujimorismo. 

En el caso del benjamín, Kenji Fujimori, hay una investigación por tráfico de drogas y lavado de activos en la conformación y movimientos financieros de la empresa Limasa, de propiedad suya y de sus hermanos Hiro y Sachie. Recientemente, salió librado de una denuncia en la comisión de Ética por repartir regalos con fines proselitistas, durante la semana de representación. 

Mientras tanto, desde su curul, Kenji busca apoyar causas importantes, como la investigación al Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), el rescate del idioma quechua, la implementación de la bicameralidad y el acceso al agua potable. Menciona en sus redes, de forma esporádica, el caso  Odebrecht, lo califica de "faenón" pero no hace más declaraciones al respecto. Al igual que Guzmán y Barnechea, su perfil bajo busca generar alguna "ganancia" en los próximos sondeos. Por lo pronto en un mes, ya les ha resultado. 

Cerrando este panorama, otro expulsado de la contienda electoral del 2016, César Acuña (15%) también ha tenido su porcentaje similar al mes de enero. El rector de la universidad César Vallejo, se ha dedicado a sus labores académicas y no ha opinado nada respecto al caso Lavajato. Lo que se sabe es que está perfilando con su centenar de alcaldes y gobernadores regionales, los planes para las elecciones del año 2018 donde espera seguir posicionándose como un movimiento nacional de fuerza regional y local. 

¿QUIÉN SOBREVIVE? 

Con un presidente cuyo porcentaje de aprobación ya está por debajo del 30%, con un vicepresidente que puede ser interpelado y censurado políticamente como ministro y un gabinete que avanza a contragolpes, es momento de preguntarse cuál será el panorama político tras el caso Lavajato. 

Por ahora, todos los personajes que aparecen en el cuadro de la encuesta de GFK, deberán hilar fino en los siguientes meses. En algunos casos, cruzar los dedos para que Barata u otros funcionarios brasileros no los incluyan en este alud de declaraciones. Las elecciones municipales y regionales, serán el próximo termómetro de lo que la gente elegirá y serán la antesala de lo que nos espera para las elecciones del bicentenario. Esto, si la mayoría fujimorista en el Congreso no se anima a ajustar las tuercas de ese pesado yunque llamado "vacancia presidencial". Mientras algunos personajes siguen juntando firmas con la esperanza de ser la "alternativa" que el país necesita.  

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