La trampa de la licitación temprana lote x para Petroperú
Jorge Manco Zaconetti
PerúPetro el organismo promotor de la inversión privada y al mismo tiempo supervisor de los contratos de hidrocarburos persiste en la convocatoria de una “licitación internacional adelantada” del lote X con el afán de favorecer a la empresa estatal china, la poderosa CNPC.
Esta empresa además detenta el lote VI/VII en Talara, al margen de su participación en el Gran Camisea, con el 100 % en el lote 58 que está en fase de exploración y más del 45% en el lote 57 en producción y operado por Repsol.
En verdad esta perversa licitación internacional es la solución que tiene PerúPetro ante el próximo vencimiento de dicho contrato que tiene como fecha de caducidad el año 2024. Por historia, economías de escala y por la ley 30357 artículo 6º este lote debiera ser operado por PetroPerú, que con la refinería de Talara modernizada debe tener producción propia de crudo, para elevar su rentabilidad. Es decir, las operaciones de producción de crudo están estrechamente vinculadas con la refinería.
Uno debiera preguntarse sobre los intereses que explican esta convocatoria en plena crisis sanitaria, cuando el departamento de Piura es uno de los más golpeados por el “corona virus”, y la población del distrito de “El Alto” se opone a la presencia de esta transnacional china, que ha depreciado la fuerza de trabajo petrolera, generalizado la subcontratación con mezquinos salarios, y grave deterioro ambiental.
Si a todo esto se suma el contexto adverso de precios del petróleo a nivel internacional, producto de la sobreproducción de crudo. Con precios menores a los US$ 50 dólares el barril, esta sería una convocatoria con nombre propio, donde los requisitos serían “ad hoc” para favorecer a la transnacional china.
El viejo y rentable Lote X a pesar de su antigüedad detenta importantes reservas de petróleo y gas natural que ahora adquieren más valor, gracias a la modernización de la Refinería de Talara-PetroPerú que tendrá una capacidad de refino de 95 mil barriles diarios, y por tanto tendría una rentabilidad mayor si tiene una producción propia de petróleo.
Resulta diferente tener una producción propia con costos de producción máximos de US $ 30 dólares el barril incluyendo el pago de regalías. Y otra es pagar el precio internacional como ahora más US $ 50 el barril más otros costos. En un caso internaliza costos, y refina su propio crudo maximizando ingresos y utilidades.
También rentabiliza la refinería modernizada las inversiones del “Sistema de Distribución de Gas Natural en Piura” que monetiza las reservas de gas natural en la región, que permitirán la masificación de la cultura del gas en el gran Norte del Perú.
Solamente PetroPerú demandaría en la refinería modernizada más de 18 millones de pies cúbicos diarios de gas natural como fuente de energía y solamente el lote X produce un promedio de 15 millones de pies cúbicos. Una cuestión diferente es tener como empresa su propio gas natural, y otro tener que comprarlo a terceros pagando precios internacionales.
UN VIEJO LOTE CON HISTORIA
El viejo lote X ha sido explotado en su momento por la IPC desde la segunda década del siglo pasado hasta 1969 cuando se crea PetroPerú gracias a la decisión patriótica del Gobierno Militar de Velasco Alvarado.
Entre 1969 hasta diciembre de 1996 fue operado por PetroPerú de una manera eficiente, integrado a la refinería de Talara, pues la unidad técnico material entre la explotación de crudo con la refinación es la manera eficiente y rentable de operar en el sector. No como ahora que PetroPerú tiene que comprar el crudo producido internamente abonando precios internacionales.
El lote X fue privatizado por partes desde el año 1992, por medio del cual se dio partida de nacimiento a una serie de lotecitos como los lotes I, II, III, IV, VI/VII, IX que a pesar de su limitada producción han sido rentables para sus operadores privados (Graña y Montero, Petrolera Monterrico, Interoil, Sapet etc.).
Así, en diciembre de 1996 se privatizó por US $ 202 millones lo que restaba del gran Lote X favor de la empresa argentina Pérez Companc, lote que declaraba tener reservas probadas de 40 millones de barriles. Es decir, la empresa gaucha pagó un promedio de cinco dólares el barril de reserva en un contexto de precios bajos del petróleo los mismos que no superaban los US $ 20 dólares el barril. Aun así con esos precios la producción del lote X era rentable.
Por movimientos y negocios internacionales la parte petrolera del grupo argentino Pérez Companc sería comprada por la estatal brasileña PetroBras, interesada en los negocios de Pérez Companc en Argentina, Venezuela, de cachito asumió la producción del lote X en Perú desde el 2003 en pleno gobierno de Alejandro Toledo.
A su vez la petrolera estatal Petrobras trasladó la responsabilidad operativa y contractual a CNPC en el 2014, en el marco de reestructuración que tenía la matriz de Petrobras a raíz de los destapes de la corrupción en el Brasil, que vendió su participación en el país a la estatal china. El precio pagado por el lote X nunca se supo.
LOTE CON RESERVAS
En 1995 los responsables de la privatización del lote X justificaban su venta pues se argumentaba que tenía solamente 40 millones de barriles. Sin embargo, entre 1997 a Nov del 2020 se han extraído más de 109 millones de barriles y restan aproximadamente 65 millones de barriles de petróleo ligero como reservas probadas que son fundamentales para la refinería modernizada de PetroPerú.
La petrolera estatal de la China Popular CNPC está interesada en seguir operando el lote X, con la venia de PerúPetro que tiene en planilla a una serie de ex funcionarios de la CNPC, participando en una licitación adelantada en plena crisis económica y sanitaria, con un evidente favoritismo, pues se estarían exigiendo requisitos que solamente CNPC cumpliría.
Es más, en la lucha contra la corrupción una licitación internacional anticipada deja muchas dudas y suspicacias, si se tiene presente que el actual presidente del directorio de Perúpetro ha sido en su momento gerente de CNPC y un crítico de la privatización por la falta de inversiones de riesgo en los lotes del noroeste.
El presidente Francisco Sagasti y el Ministerio de Energía y Minas no pueden aprobar una cuestionada e interesada licitación internacional, no solamente por su naturaleza de gobierno de transición, pues este lote en el marco de la ley Nº 30357 le corresponde por derecho propio ser operado por PetroPerú en el marco de su fortalecimiento como empresa estratégica y rentable para todos los peruanos.
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