Pedro Francke
Dos hechos contrastan reveladoramente en el Plan de Competitividad que impulsa el ministro de Finanzas y la derecha empresarial. La derecha pro-Confiep insiste en que hay sobrecostos laborales, lo que no es cierto, mientras calla en todos los idiomas cuando se trata de los sobrecostos que nos imponen los bancos y que son enormes.