Ariela Ruiz Caro
La OTAN se resiste a reconocer que ha perdido la guerra en Ucrania. No se trata de que los Congresos aprueben la compra y el envío de armamento –y cebar con dinero al complejo industrial militar vía la emisión monetaria sin respaldo– para que ucranianos y rusos pongan la sangre. Es imprescindible desescalar el conflicto y alcanzar un acuerdo de paz.