La ausencia de propuestas económicas serias de los candidatos que encabezan las encuestas es para llorar, especialmente cuando se acabó el boom de los precios de los metales y los capitales se repliegan, factores externos que explicaron la orgía de consumo, las cifras en azul de la macroeconomía y la reducción coyuntural de la pobreza monetaria del periodo de vacas gordas que, dicho sea de paso, gozó toda América Latina.