Javier Herrera
La calidad de la alimentación de los hogares de la capital sigue deteriorándose. Al incremento de los hogares cuyos gastos totales no alcanzan a cubrir la canasta de alimentos, se agregan aquellos que, teniendo mayores recursos, tienen que sacrificar gastos en alimentos para pagar el alquiler, la luz, el agua, el transporte, salud, gastos indispensables sin los cuales no se pueden procurar ingresos.