Pablo Najarro Carnero
No va a ser fácil reconstruir el país. Hay que reeducar desde las bases. Extirpar esas diferencias hechas odiosas y enfrentadas adrede para no unir y mantener la pugna. Las miradas recelosas entre la costa y la sierra, la costa y la selva. El norte y el sur, blancos e indios, como decía una rancia heredera del populismo. Taras impregnadas en el colectivo nacional.