La guerra comercial China- EE. UU.

Por: 

Nilo Meza M.

Trump, confiado en que Xi Jinping negociaría con él, quedó sorprendido cuando China respondió con aranceles estratégicos en lugar de acudir a su juramentación. Poco después de que pausara los aranceles a México y Canadá, Pekín impuso gravámenes selectivos: 15% al carbón y gas natural licuado, y 10% al petróleo, maquinaria agrícola y automóviles. Estos productos, difíciles de reubicar en otros mercados, aseguran un fuerte impacto en la economía estadounidense.

Trump, atónito, recibió de su propia medicina cuando estaba seguro de que Xi Jinping lo llamaría a negociar.  El cowboy no comprendió la razón por la que Xi no aceptó ir a su juramentación.

No pasó mucho tiempo desde que Trump aceptó establecer una “pausa” en la aplicación de aranceles a México y Canadá, cuando China le propina un bofetón arancelario que aquél no lo esperaba. No es un arancel ciego como el “10% a todo lo que se importa de China” que berreó Trump, sino un arancel selectivo sobre productos estratégicos que EE. UU. vende a China.  El Carbón y el Gas Natural Licuado tendrán un 15% de arancel; el Petróleo crudo, la maquinaria agrícola, los automóviles de gran cilindrada y las camionetas tendrán un 10%.  Estos productos son comprados por China en cantidades que difícilmente podrían ser colocados en otros mercados, así que el daño está cantado.

No solo eso, China denunciará a EE. UU. ante la OMC por socavar el sistema de comercio multilateral basado en normas, investigará a Google por violar las normas antimonopolio y, sin perjuicio de ello, añade dos empresas estadounidenses en su lista de “entidades no confiables”: la corporación de biotecnología Illumina y la empresa de moda PVH Group, propietario de Calvin Kelvin y Tommy Hilfiger.

Para dejar muy claro que China no está en juegos artificiales, acaba de disponer controles exhaustivos sobre la exportación del tungsteno, insumo fundamental en la industria tecnológica, de defensa (fábrica de municiones y componentes de alta precisión) y energéticas de los EE. UU. El tungsteno es un metal que se usa en la electrónica, en el sector aeroespacial y automotriz

Si Trump creyó que los chinos se quedarían quietitos después de la torpe cowboyada de aranceles, se equivocó de cabo a rabo. Le dieron de su misma medicina y, probablemente, con impactos severos en su economía, legitimidad y los respaldos financieros que tuvo en campaña. Los barones del Carbón (principal productor y exportador del planeta) pronto le pedirán cuentas. Lo mismo harán los barones del petróleo y de la maquinaria agrícola.

Good luck Mr. Trump!