Sr. presidente: Su mundo ha cambiado
Andrés Ortega / Analista Internacional
Desde su salida de la Casa Blanca en enero de 2021, el escenario geopolítico y tecnológico ha experimentado cambios significativos. Este memorándum destaca las principales transformaciones en estos cuatro años pasados y esboza las preocupaciones estratégicas que deberá abordar durante su próximo mandato.
MEMORÁNDUM
A: presidente-Electo Donald J. Trump
De: Oficina del director de Inteligencia Nacional (ODNI)
Asunto: Cómo se ha transformado el mundo desde su anterior mandato
Washington, 14 de enero de 2024
Le escribimos en vísperas de su inauguración el próximo 20 de enero como presidente de nuestra gran Nación. Estamos a la espera del nombramiento como director de nuestra Oficina de Tulsi Gabbard, al que Ud. ha designado, que aún debe ser ratificado para el cargo por el Senado. La ODNI, como bien sabe, supervisa toda la Comunidad de Inteligencia de EEUU, integrando la inteligencia de agencias como la CIA, la NSA y otras para proporcionar una imagen completa a los responsables políticos, usted en primer lugar, Sabemos que no es Ud. un forofo de las notas, ni de los briefings diarios que le proporcionamos, pero es importante que lea esta.
Usted como factor de cambio
El primer factor de cambio es usted mismo. A diferencia de 2021, Ud., llega con la inigualable experiencia acumulada en cuatro años en la Casa Blanca. El mundo está expectante ante sus primeras decisiones, incluidas su dimensión económica y comercial, en una globalización algo diferente pero resistente, si bien de forma desigual. Los efectos de la pandemia del COVID-19 ha sido duraderos y se han encadenado con los de la inflación precipitada por la guerra de Ucrania, aunque esta no fuera la causa principal sino el detonante de esa subida del coste de la vida que tanto está costando a tantos gobiernos, incluida la Administración saliente.
El resto del mundo desde su elección en noviembre se está preparando ante sus posibles medidas inmediatas y las posteriores. Además de su experiencia, a diferencia de 2021 no ha tenido dificultad para nombrar a su equipo. Sabe calibrar mejor a sus socios y competidores en el escenario global. El mundo sabe que Ud. tiene un enfoque transaccional de las situaciones, que es un negociador duro, que defiende lo que considera son los intereses de nuestro país, siendo a la vez dialogante, que no cambia fácilmente de opinión bajo presión, aunque puede cambiarla y contradecirse sin problemas, y que es poco o nada proclive a implicar a nuestra Nación en operaciones militares o guerras. Tiene dos años para poder gobernar con un poder político sin igual. Este no va a ser un tradicional segundo mandato de “pato cojo”, pero tras las elecciones a medio mandato en 2026, si pierde el control del Congreso, se puede convertir en ello, más aún pues entonces empezará verdaderamente la carrera para sucederle en el Partido Republicano, y ganar desde el Demócrata.
Menos poder en el mundo
El poder no es siempre un juego de suma cero en el que lo que gana uno lo pierde otro. Hoy hay menos poder en un mundo fragmentado, y en estos años nuestro país, como otros, ha perdido poder, como irá descubriendo. Las principales potencias –nosotros mismos, la Unión Europea y Rusia– mandan menos que hace cuatro años, fruto de las crisis económicas (2008 y la pandemia del COVID-19) y de la des-occidentalización que se ha visto en el escaso apoyo de los Terceros a Ucrania y en las críticas a la guerra de Israel en Gaza y su apoyo occidental. La situación favorece a algunos Terceros como India, Turquía, Indonesia, Brasil o Arabia Saudí. Y a China. Ud. puede reafirmar, más que recuperar, nuestro poderío en el mundo, que es ante todo militar, económico, tecnológico y cultural. Pero no olvide los límites. El dólar sigue siendo la divisa esencial, pero menos que antes. Aunque el americano vaya bien, los mercados y las líneas de suministros han cambiado.
La influencia de China
China es el único Estado capaz de plantearle una competencia global a nuestra Nación, y seguirá siendo su prioridad. Ud. lo sabe muy bien. La cuestión es si podemos evitarlo, incluso frenarlo, como pretendió en su primer mandato y le siguió en ello su sucesor. La economía china no está en el mejor momento, pero la necesitamos todos. Algunas de las sanciones tomadas por Ud. en su primer mandato, y reforzadas por su sucesor, de profundizarse, pueden no solo encarecer los productos que fabricamos y consumimos, sino, aunque pueda resultar paradójico, acelerar el desarrollo tecnológico chino. Los aranceles pueden ser una amenaza eficaz, pero es mejor que queden en eso, un instrumento para negociar con ventaja. Si los introduce, habrá la posibilidad de quitarlos bajo ciertas condiciones.
En los últimos cuatro años, Xi Jinping ha consolidado su poder con un control interno más centralizado. China ha reforzado su influencia global a través de las inversiones del megaproyecto de Franja y la Ruta, aunque con tensiones crecientes con Occidente, y promoviendo instituciones paralelas. No hablamos de los BRICS que en buena parte constituyen, como unidad, un tigre de papel. China ha ganado posiciones en África, en Asia, y en América Latina, especialmente en nuestro vecino México, y como líder del llamado Sur Global, en lo que compite con India, por la que hay que apostar. China ha modernizado significativamente sus fuerzas armadas y aumentado su presencia en el Mar de China. Las tensiones en torno a Taiwán se han intensificado, con un aumento de las maniobras militares en el estrecho y la preocupación internacional por un posible conflicto, que, sin embargo, pensamos no ocurrirá. En Taipéi hay prudencia.
China continúa invirtiendo en tecnologías avanzadas como la 5G y los vehículos eléctricos liderados por empresas como BYD que supera ampliamente en ventas a Tesla (que necesita de sus componentes y cadenas de montaje en China). A pesar de las restricciones que hemos puesto en semiconductores, o justamente por ello, China impulsa la fabricación de chips nacionales. Y si seguimos por delante en algunas tecnologías punta, China nos está ganando en términos industriales. Su economía ha crecido a un ritmo más moderado, enfrentando desigualdad y retos estructurales, pero mantiene su posición como un actor clave en el comercio global. Con la guerra de Ucrania y las sanciones occidentales contra Rusia, ésta –gran error estratégico del presidente saliente– ha caído en brazos de China, aunque es una relación que puede cambiar, a lo que Ud. puede contribuir. No cuente mucho con Europa en estos temas: los europeos, temerosos del gigante de la exportación, intentan mantener sus relaciones con Pekín, con una nueva actitud inteligente que quizás debe usted seguir: no tanto frenando las importaciones, como exigiendo a cambio transferencias de tecnología. Es decir, siguiendo el juego chino.
Adelántese. Invitar al presidente Xi Jinping a su inauguración ha sido un acierto, aunque haya decidido mandar en su lugar a un segundo.
En estos años, la Inteligencia Artificial, o las IAs, especialmente las generativas, han eclosionado como tecnología central. China no es el único rival en esta tecnología de punta, la computación cuántica y la biotecs, y en general toda la Big Tech. Europa, Japón y otros también son rivales, no solo socios. Debemos salvaguardar nuestra ventaja tecnológica. Intentar asfixiar a los competidores no resultará. Aumentemos nuestras propias capacidades, más aún ahora que las grandes tecnológicas están con nosotros, no solo por una cuestión de desregulación y compras públicas–especialmente con el Pentágono– sino políticamente. Los más significativo fue la adquisición de Twitter, ahora X, por el sr. Musk, y su uso en apoyo de sus causas. Los CEOs de estas empresas creen que le tienen dominado. Pronto descubrirán que es Ud. el que los domina.
Misiones a la Luna y a Marte (como Perseverance de la NASA) y el desarrollo de la industria espacial privada (SpaceX, Blue Origin) han marcado un nuevo capítulo en la exploración espacial, la nueva frontera de competencia. El Sr. Musk está empeñado en seguir por esta vía. Significativamente, en 2023, India se convirtió en el primer país en aterrizar en el polo sur lunar.
En este gran pulso geopolítico, vamos a necesitar el control de Groenlandia y del Canal de Panamá. Lo entendió Ud. ya en 2019. Con sus declaraciones intempestivas va a conseguir negociar un control total, si bien no la soberanía. Aunque quién sabe.