Competitividad, innovación y productividad (II)
Jorge Baca Campodónico
En nuestra entrega de la semana pasada analizamos la productividad del sector agropecuario y concluimos que la productividad laboral de este sector es la más baja de todos los sectores económicos. Por lo tanto, para maximizar su efectividad, la política nacional de productividad debe priorizar soluciones para elevar la baja productividad del agro. Es en este sector donde la inversión pública y privada tendrá mayor rentabilidad en términos de mejorar la productividad.
En el sector agropecuario, no basta con reducir la tramitología y mantener el marco laboral y tributario que ha atraído la inversión privada nacional y extranjera y permitido el despegue del sector. Se requiere, además, una masiva inversión en reservorios, canales de regadío, sistemas de riego gota a gota, sembrado y cosecha de agua, reforestación en las tres regiones acompañados de una exhaustiva extensión agrícola que eduque a los agricultores en las nuevas técnicas de sembrado de agua, riego, selección de semillas y fertilizantes.
Se necesita también acelerar el proceso de transferencia de tecnologías ya existentes a toda la población agrícola para generar un crecimiento exponencial de la productividad agrícola. Proyectos como Sierra Verde, Sierra Productiva y Sierra Exportadora han probado su valía en las diferentes regiones del país.
En otros sectores de la economía, la problemática es muy diferente. En esta entrega analizamos la productividad del sector comercio, que no solo tiene baja productividad laboral (ver Tabla 1), sino que, además, es el sector con mayor número de trabajadores (18%) después del sector agrícola y es uno de los sectores con mayor índice de informalidad.
¿Cuáles son los factores que más inciden en la baja productividad laboral del sector comercio? Los factores que más inciden en la baja productividad del sector comercio son (i) el contrabando; (ii) el sueldo mínimo; y (iii) la inflexibilidad laboral. El contrabando genera informalidad en toda la cadena de comercialización. Los bienes importados de forma ilícita no pueden ser comercializados formalmente, lo cual genera un abanico de actividades informales (transporte desde la frontera, distribución a comerciantes y venta al consumidor) hasta su venta final. Estas actividades ilícitas no son registradas de forma adecuada en las cuentas nacionales, con lo cual se subvalora la productivdad laboral de este sector.
En el caso del sector comercio la productividad laboral promedio del sector es muy cercana al sueldo mínimo, lo que significa que muchas empresas con productividades inferiores al promedio, al no generar ingresos que permitan pagar el sueldo mínimo a sus trabajadores, se ven forzadas a la informalidad para poder mantenerse en el mercado. Esto fomenta el comercio ambulatorio y la comercialización bajo el régimen único simplificado (RUS) que es una modalidad utilizada para encubrir la informalidad laboral.
La inflexibilidad laboral, al obligar la reposición de los trabajadores despedidos, restringe la formalización de las empresas que se desempeñan en el sector comercio que se caracteriza por su alta volatilidad y estacionalidad y por tanto a aumentar o disminuir su número de trabajadores en forma recurrente.
¿Qué hacer para mejorar la productividad del sector comercio? La política prioritaria debe ser el combate decidido al contrabando. En esta lucha frontal deben participar en forma coordinada y con labores previas de inteligencia, la Sunat, la policía nacional y las fuerzas armadas. Estas acciones deben ejecutarse en todas las fronteras priorizando la frontera con Bolivia.
La lucha contra el contrabando debe ser acompañada por la eliminación del RUS que fomenta la informalidad laboral. Para disminuir el impacto de las actuales regulaciones laborales sobre este sector, se podría extender el marco de la actual ley de promoción del sector agropecuario a las actividades de comercio.
Finalmente, se debe promover una interpretación auténtica de lo dispuesto por la Constitución de 1993 sobre la reposición de trabajadores despedidos. La jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucional abre la posibilidad de que cualquier trabajador obtenga su reposición, a pesar de haber recibido una debida compensación al terminar su empleo, lo que es contrario al espíritu de la Constitución de 1993. La disposición del TC limita la contratación de trabajadores formales e incentiva la informalidad laboral en el sector comercio.
La formalización del sector comercio es clave para elevar la productividad laboral de este sector. La cantidad de trabajadores de los sectores agrícola y comercio, en conjunto, representan más del 42 % de la fuerza laboral del país. Es necesario diferenciar las políticas de productividad y de competitividad para cada sector económico para evitar errores en su implementación producto de su generalización.
Añadir nuevo comentario