Pueblos con intuición, frente amplio en su rincón
Edmundo Murrugarra Florián
Si después de la primera vuelta electoral los pueblos con solo su intuición habían ocupado su puesto de combate contra el control total del Estado por el narcotráfico y el crimen y se inclinaban a votar por PPK, y sabiendo las limitaciones tanto programáticas como personales de ese candidato ¿por qué el Frente Amplio no acogió críticamente esa voluntad para convertirla en palanca movilizadora de la unidad de acción de la mayoría ciudadana contra la corrupción? ¿Qué ideas y sentimientos probadamente erróneos paralizan al Frente Amplio y a sus líderes? Aquí va.
Dialéctica viva versus esencialismo paralizante.
Se gastó tiempo en saber si PPK era el “mal menor” o igual al “mal mayor”, los Fujimori. Formulada la disyuntiva en esos términos es comprensible que la gente sana y sencilla no quiera optar por el mal. Aunque sea menor. Esa terminología es errónea porque cree que hay mal y bien como sustancias inalterables. Felizmente y a pesar de vivir subordinados, los pueblos piensan y sienten con otra mentalidad, con otros conceptos. Los electores que no votaron por PPK el 10 de abril, redefinieron su opción al día siguiente y anunciaron que lo harían en segunda vuelta. ¿Qué ocurrió? Ocurrió que en la nueva situación, para vencer al narco estado los pueblos necesitan fuerza, mucha fuerza. Y razonaron, Si PPK se enfrenta a la pandilla del narco estado, en lugar de ser un mal es un bien, aunque sea menor. Esta redefinición deriva no del programa de PPK sino del papel que él mismo quiso cumplir, pasar a segunda vuelta. Ahora tenía que enfrentar al narco estado. Y los pueblos no se hacen ilusiones porque conocen sus límites personales y programáticos. Pero como hierve en ellos la fuerza ética, sienten que si alguien se enfrenta a las mafias de narcos y criminales debe ser acompañado y alentado para que cumpla su papel de la mejor manera. Verónika, Marisa e Indira en el FA entendieron esto y al día siguiente saltaron a emplazar a PPK para que asuma su papel. Lamentablemente, flores de un día.
La sabiduría dialéctica deriva el significado de los seres del contexto social y político en que ejercitan su sentir y pensar. De la posición que ocupan los actores en el juego de relaciones y fuerzas. Es la concepción relacional del ser y los seres, la dialéctica. Por milenios compite con la rígida mentalidad de las esencias que sostiene que los seres tienen un solo significado. Solo uno y para siempre. Cualquiera sea el tiempo y el lugar. A la concepción esencialista le son ajenas las contradicciones dentro de los seres y entre los seres. Por eso les es incomprensible la conversión de una cosa en su contrario. Este esencialismo típico de la versión hegemónica de la civilización occidental felizmente no ha extirpado del todo la matriz dialéctica de la civilización de los pueblos subordinados, andinos, amazónicos, afros y asiáticos. Lo ocurrido después del 10 de abril lo demuestra. Si tienen que derrotar la opción mafiosa y criminal, entonces los pueblos redefinen actores y sus enemigos de ayer devienen en sus amigos de hoy. Aunque sea pasajeramente. La vida, la contradicción, modifica primero sentimientos y acciones y después ideas y programas.
Ese modo de pensar y sentir engendra parálisis, alimenta el pesimismo y encarcela mentes y corazones por siglos. Reitero esta crítica de siglos porque en el FA alguna soberbia, vaya usted a saber de qué origen, las desconoce, o, lo que es más probable, las rechaza como antigualla teórica, inservible. Por eso, en lugar de convocar de emergencia a los colectivos antiguos y nuevos para debatir la nueva situación, redefinir el significado de los actores y acerar la voluntad de dirigir la unidad de acción, los dirigentes del FA optaron por abstenerse. Desde entonces no se oye la intuitiva voz de Verónika, Marisa, Indira. Pero la vida puede más. Y de la calle pendenciera y de las redes insomnes vino la certera rima orientadora ¡Ni blanco ni viciado, No al narco estado!
Autonomía de la política y la cultura versus determinismo económico
Hemos escuchado y leído razonamientos como que ambas opciones defienden el modelo económico neoliberal, por lo tanto su proceder en la vida política y cultural será igual de dañinos para la democracia política y cultural. Aquí tenemos dos temas. Primero, deducir lo que ocurra en la política y la cultura por lo que ocurre en la economía. Negar la autonomía a la esfera política y cultural lleva a negar la posibilidad de construir en el espacio de la lucha política conciencia, organización y capacidades de los pueblos para formar frente o bloque mayoritario y ganar la hegemonía para llegar al gobierno y dirigir el Estado. ¿Cuál sería entonces el escenario para ser mayoría sino la violencia armada? La mayoría de los integrantes del FA no comparte esta conclusión, pero las premisas del determinismo económico están allí. Por eso el colectivo Pueblo Unido llama a votar en blanco o viciado.
Segundo, decir que ambas opciones son igual de dañinas para la democracia es equiparar como parecidas las ejecutorias personales y de los equipos de Keiko Fujimori y del empresario PPK. Equivale a ocultar groseramente los crímenes del fujimorismo contra la democracia, contra la economía del país, contra los derechos humanos que han llevado a la cárcel a su padre y a su mano derecha Montesinos. Lo mismo que generales y ministros. La señora Keiko Fujimori no tiene otros servicios que exhibir sino el de haber encubierto como primera dama las fechorías de su padre, entre ellas las torturas infligidas a su madre, la destrucción de la vida democrática y la generalización de la corrupción. No es el caso de PPK. Estos son los extremos a que lleva el determinismo económico.
Sobre empresarios es oportuno decir que el socialismo andino o indoamericano que propusieron Mariátegui y Arguedas se propone una sociedad de productores, o sea, de empresarios y trabajadores. Los productores originarios de milenios atrás crearon el mercado para intercambiar no solo el fruto del gozoso esfuerzo productivo. Fue el tinkuy o lugar de encuentro para compartir conocimientos, crear lenguas y naciones, para producir la alegría en las fiestas que hasta hoy en todos los pueblos celebran. En este marco inscribimos nuestra antigua la lucha por la justicia social, contra la explotación. Dentro de la lucha por recuperar el parentesco cósmico que salve la vida en la tierra. De este horizonte político y espiritual también salen razones por las que se optaron el domingo 5 de junio. Está claro?
Comentarios
jorge villon ve... (no verificado)
Mié, 06/08/2016 - 10:19
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UN ARTÍCULO PARA REFLEXIONAR SOBRE LA POSICIÓN DE LA IZQUIERDA
Ramiro (no verificado)
Mié, 06/08/2016 - 13:43
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CLARISIMO
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