Minera Sillustani S.A.C. ha dejado claramente establecido que no remediará pasivos ambientales más allá de donde lo ha estado haciendo; es decir, en las comunidades de Condoraque y Peña Azul, ubicadas en el distrito de Quilcapunco, provincia de San Antonio de Putina. “Nosotros, no nos comprometimos con el Estado a remediar más allá. Cuando compramos Minera Regina, sabíamos que había que remediar, y que si no lo hacíamos, no podríamos seguir avanzando, sostuvo su representante, Jaime Jesús.

Asimismo, dijo que el Plan de Cierre que vienen realizando estuvo en consulta por más de un mes ante las autoridades de la provincia y del distrito, pues, según agregó, los dirigentes pidieron ver el documento para que posteriormente fuese evaluado por los representantes de la sociedad civil en una reunión. Dicho encuentro se llevó a cabo el martes 17 de noviembre, en la localidad de Quilcapunco.

Jesús resaltó que no hay ningún misterio en torno a trabajo alguno. “No tenemos ningún proyecto más allá de la remediación y, si lo tuviéramos, el Estado y la población lo sabrían, porque el Estado tiene que darnos la aprobación, y solo puede hacerlo si contamos con el apoyo de las comunidades”, subrayó.

Posición divergente

No obstante, el punto de vista de las autoridades y los dirigentes de la zona es completamente distinto. El alcalde de la municipalidad provincial de San Antonio de Putina, Serapio Sucasaireha dicho que Sillustani debe asumir los pasivos ambientales escuchando siempre la voz de los afectados. ”Sí queremos la minería, pero que sea sostenible y responsable. Tenemos que sentarnos a escuchar la voz del pueblo”, señaló.

Sergio Orihuela, presidente del Frente de Defensa del Medio Ambiente y Desarrollo de Quilcapunco reveló que, a modo de conclusión del encuentro, se otorgó a la minera 30 días, para que reconsidere su posición y remedie toda la cuenca de los ríos Putina y Huancané. De no obtener una respuesta, analizarán medidas de lucha. “En esta ocasión, nosotros los hemos invitado para que nos informen. Ahora les toca a ellos invitarnos a dialogar, dentro de los 30 días. Si no lo hacen, emprenderemos acciones. Ya lo analizaremos con el equipo técnico. Vamos a tener que proceder. Es el clamor. Incluso ha habido llantos de los hermanos que han traído muestras de animales muertos. Ni así se responsabilizan”, recalcó.

Adrián Mamani Condori, representante de la comunidad de Alto Silata, zona norte de Quilcapunco, cree que Sillustani quiere engañarlos, aunque reconoce que el trabajo de remediación realizado hasta el momento “está bien”. “Siempre va a filtrar, y va a seguir contaminando con los años. Deben comprar terrenos más abajo. Eso sí se puede, para así criar truchas”, sugirió.

Simón Orihuela, dirigente de la comunidad de Condoraque, pidió que Sillustani cumpla con la remediación y que informe sobre el tipo de materiales que utilizará y el tiempo que le tomará completar la tarea. “Según dicen, la mina no está sacando ni un Sol; por lo tanto, no podemos exigir resarcimiento o apoyo social. Con lo que tiene que cumplir es con la remediación. Seguramente entrará en etapa de exploración con un Estudio de Impacto Ambiental”.

Dato

Pese a lo sostenido por los representantes de Sillustani, los pobladores de varias comunidades de Quilcapunco piden que la empresa remedie toda la cuenca que en el pasado fue dañada por las actividades de la minera Regina Palca 11, y no tan solo en Condoraque y Peña Azul.

Publicado en Noticias Ser, 18 de noviembre 2015. Foto: Pachamama radio