Segunda vuelta: la dispersión política nos condena
El panorama regional post segunda vuelta presenta uno de los mayores niveles de dispersión política de la última década. No hay un hilo conductor que defina ante qué futuros gobiernos regionales estamos. Es más bien, la incógnita, la que caracteriza a la mayoría de las 14 candidaturas triunfantes. Los movimientos regionales siguen ganando elecciones, pero ello no significa necesariamente que se consoliden hacia el 2016. ¿Qué escenario tenemos por delante?
Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, es el que mejor performance ha tenido en esta elección, triunfando en 3 regiones del país: San Martín, Pasco e Ica. ¿De quiénes se trata? El médico Víctor Noriega ha sido elegido presidente regional de San Martín gracias a los votos del norte y centro de la región. En tanto, Teódulo Quispe le ganó en el balotaje final al presidente regional Kleber Meléndez, quien hoy se encuentra en prisión acusado de corrupción. Paradójicamente, el empresario agroexportador Fernando Cilloniz es elegido como máxima autoridad regional de Ica cuando la región viene sufriendo de estrés hídrico debido al peso de la agroexportación iqueña. Sin duda, Keiko Fujimori verá fortalecida su caudal electoral en estas dichas regiones.
Las denuncias por corrupción parece que, esta vez, sí afectaron algunas candidaturas regionales. Cuando la tolerancia con la corrupción y el robo son el pan de cada día en la administración del Estado, los electores regionales habrían optado por el “menos corrupto” de la contienda. Veamos algunos casos.
Si bien Nelson Chui viene siendo investigado por enriquecimiento ilícito, el candidato Andrés Tello de Patria Joven se habría visto afectado por las graves denuncias de corrupción que afectan al líder de su agrupación y actual presidente regional, Javier Alvarado. Del mismo modo se explicaría el triunfo de Edwin Licona de Kausachun en Cusco, quien frente al candidato Benicio Ríos de APU, apareció como el candidato relativamente “limpio”. Asimismo, Ángel Unchupaico del movimiento Junín Sostenible habría dado la sorpresa sobre Vladimir Cerrón debido a las graves denuncias de corrupción que pesan sobre el líder de Perú Libre.
Por supuesto, hay situaciones preocupantes como el triunfo de Waldo Ríos, ex congresista fujimontesinista, en Ancash, y el de Ricardo Flores en Tumbes (candidato que viene siendo investigado por lavado de activos), que requieren ser puestos bajo la lupa ciudadana.
En el sur, otrora bastión del cambio social en el Perú, el movimiento social se ha visto fuertemente golpeado por el viraje político del presidente Ollanta Humala. En Arequipa, Yamila Osorio de Arequipa Tradición y Futuro, movimiento del presidente regional Juan Manuel Guillén, logró un triunfo ajustado sobre el candidato de derecha Javier Ísmodes de Arequipa Renace. En Tacna, triunfa el candidato del Movimiento Cívico Peruano del ex premier Óscar Valdez, Omar Jiménez, quien ha sido acusado de racista e incluso de afirmar que el ex dictador chileno, Augusto Pinochet, habría nacido en Tacna. Por último, en Puno, Juan Luque Mamani vence al candidato radical Walter Aduviri, quien recibió el apoyo de diversas fuerzas progresistas del sur del país.
Como vemos, la dispersión política termina por enterrar cualquier posibilidad de construir un sistema político con institucionalidad. Nos coloca también ante gobiernos regionales bastante débiles. Además, debido a las denuncias de corrupción y procesos abiertos de los presidentes elegidos, caminamos hacia un escenario de crisis política al interior de los gobiernos regionales, lo cual afectará la gestión y la inversión pública.
Llegó el momento de plantear cambios al sistema de partidos para evitar tamaña dispersión. También insistimos en la importancia de otorgar un financiamiento público a los partidos a fin de prevenir que el "dinero sucio" ingrese a las campañas políticas. ¿Hasta cuándo debemos esperar para ver estos cambios?
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