“Acá sí que necesitamos la famosa ‘mano dura’ para garantizar que se cumpla con los derechos de los trabajadores y trabajadoras”.
Pedro Estrella, orientador del Metropolitano, 54 años. Su nombre se suma a la larga lista —demasiado larga— de trabajadores muertos en casos relacionados al incumplimiento de derechos laborales. Según sus familiares, Estrella pidió permiso a sus superiores para retirarse de su puesto y asistir a un centro de salud, pues se sentía mal. No recibió el permiso y, horas más tarde, murió a causa de un ataque al corazón.