La revolución en el IRTP
Joseph Dager Alva*
Si es verdad que una revolución ocurre cuando la transformación se da desde los cimientos, entonces podemos categorizar así lo que está ocurriendo en el canal del Estado, TvPerú.
Me explico. El anterior Consejo Directivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) tuvo como uno de sus propósitos-eje llevar la señal del estado a todos los peruanos, para lo cual propuso implementar la tecnología satelital para la emisión de sus contenidos. Se elaboró el expediente respectivo, se consiguieron los recursos estatales para llevarlo a cabo, y se inició el proceso administrativo para la adjudicación. El actual Consejo Directivo, designado por el gobierno de Boluarte, decidió finalmente, luego de un titubeo inicial, proseguir con la iniciativa de modo que en el 2024 comenzaría el servicio. Tenemos aquí una buena práctica de continuidad pese a los cambios de gestión.
¿Por qué es revolucionario? Por la cobertura que tendrán nuestros medios estatales con la emisión satelital que será verdaderamente nacional. Sucede que TvPerú actualmente no alcanza el 100% del territorio peruano. Una mezcla de nuestra difícil geografía y la indolencia del Estado han dado ese resultado. Con sus 302 antenas analógicas y 18 antenas digitales, TvPerú cubre el 70% del país. Esta cobertura es importante, ningún otro canal la tiene, pero se sustenta principalmente en las antenas analógicas, en momentos en que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) viene impulsando desde años atrás, quizás décadas, el llamado “apagón analógico”. Para que TvPerú pueda mantener la cobertura que actualmente tiene, se deberían instalar 284 antenas digitales a lo largo del país. La inversión es enorme, no se hizo como debió hacerse, es decir, paulatinamente, poco a poco, por lo que ahora la conversión se ha hecho casi impracticable.
Ante este panorama, el anterior Consejo Directivo decidió apostar firmemente por la tecnología de emisión satelital; apuesta que ha sido ratificada por el actual Consejo. Así, todos los hogares del Perú estarán en la posibilidad de acceder a la programación de las 4 señales del IRTP de manera gratuita: TvPerú, TvPerú Noticias, TvPerú Internacional y canal IPE. Además, el proyecto contempla la posible presencia de otros canales, hasta seis más, que quieran entrar en el “combo”. Pienso en el canal del Congreso, del Poder Judicial, del Jurado Nacional de Elecciones, el tan mencionado -y poco público- canal educativo del Ministerio de Educación. El Estado, por fin, llegando a todo nuestro territorio. Esta tecnología emite la señal desde el satélite hacia los hogares a través de un “kit” (decodificador y antena), y puede verse en televisores, laptops, tablets y celulares inteligentes. Para colmo de bienes, poner en funcionamiento la tecnología satelital implica un espacio de trabajo articulado entre el poder central y los poderes regionales y locales. El primero posibilitando la emisión, y los segundos adquiriendo el “kit” para, por ejemplo, distribuirlos gratuitamente a las poblaciones más vulnerables de sus regiones y localidades. Ver a un Estado actuando articuladamente en favor de los ciudadanos, reforzará la credibilidad de la institucionalidad.
Pero, para que la revolución esté completa, hoy más que nunca, se requiere volver a pensar en la imperiosa necesidad de transformar nuestros medios estatales en verdaderos medios públicos. Esta herramienta no puede utilizarse como una de propaganda de un gobierno o sector en particular, sino como una herramienta de desarrollo. Por ello, el anterior Consejo Directivo colaboró con la Defensoría del Pueblo (después de finalizada la gestión de Walter Gutiérrez) en el proyecto de ley sobre la autonomía del IRTP. Aunque no se acogieron todas nuestras sugerencias, hay allí una línea de base para continuar conversando.
Para asegurar que nuestros medios estatales sean públicos, lo esencial no es que los miembros del Consejo Directivo sean designados por los diferentes poderes del Estado, como reza otro proyecto de ley, sino que sean elegidos mediante concurso público por un tiempo determinado, por ejemplo 5 años. Concurso técnico y nada político, nada de participación del Congreso. Cuando SERVIR vuelva a servir, podría ser el organismo que se encargue de la organización del concurso. Dichos miembros deben ser representativos de los diversos campos en los que se extiende la labor del IRTP, y no sólo periodistas. Consejeros del mundo universitario, del mundo educativo, del mundo cultural e intercultural, de las ciencias sociales y humanas, y por supuesto también comunicadores y periodistas. De alguno de esos mundos debe provenir el titular de la institución, quien deberá demostrar una experiencia destacada en la gestión pública o privada. Podría seguir siendo designado por el Ejecutivo, pero por un período de 3 años de mandato y sin esa trampa que acaba de inventar este gobierno, pérdida de confianza del proponente. Lo que se requiere es que el titular tenga un margen de actuación autónoma frente a las pretensiones gubernamentales.
Para que la independencia funcional se concrete, el tema presupuestal es vital. El IRTP no puede seguir dependiendo de lo que el Ministerio de Economía y Finanzas decida. El Ejecutivo debería garantizar la planilla y los gastos ordinarios, pero luego, el IRTP debería contar con una bien nutrida partida de recursos directamente recaudados por publicidad privada o estatal. Los ministerios e instituciones estatales deberían preferir invertir su publicidad en medios públicos. Y también es hora de pensar en impuestos que alimenten esa partida. No me refiero a impuestos nuevos, sino a los ya existentes, pero dirigidos ahora al IRTP. Debatamos sobre cuáles, por ejemplo, el IGV a televisores, o también parte de los recursos fiscales producto del uso del espectro radioeléctrico peruano.
El actual Consejo Directivo tiene ante sí esta tarea histórica: lograr una mayor independencia de los medios estatales, lo que completaría la revolución satelital. Ojalá se atreva a asumirla. Lo visto hasta ahora no da mucha esperanza, pero como todo poder trae consigo una responsabilidad, quizás se convenzan en lo imprescindible que se ha vuelto la defensa de la autonomía, pues se llegará a todo el territorio. Si al Ejecutivo nunca le ha sido fácil entender que el canal no es su oficina de comunicación; menos lo comprenderá cuando a ciencia cierta sepa que puede entrar a todos los hogares del país. Si el gobierno quiere propaganda, pues que pague publicidad en los espacios regulares, pero que no use la línea editorial. Será más necesario que nunca, defender los valores esenciales de pluralidad y equilibrio en el tratamiento noticioso. Se hace imperativo que se ejerza un periodismo decente y docente, que se aleje de las noticias falsas, o Fake News, que no mienta, que no renuncie a buscar la verdad, que dé cátedra y ejemplo en un medio tan lleno de excesos. Con mucho mayor ahínco, habrá que impulsar la voz de las regiones para ser un canal nacional y no sólo limeño, con una programación cultural y educativa que una en la diversidad, que sea una real alternativa a los canales privados sometidos por el rating. Y habrá que subrayar, aún con más empuje, una orientación que contribuya con la consolidación de la ciudadanía y la promoción de los derechos humanos.
Mayor independencia para que no se repita esa declaración de esta ministra, en conferencia de prensa en PCM de enero de este año, según la cual, desde el Ministerio de Cultura se estaba trabajando un relanzamiento de la programación del canal; y dicho cómo si eso fuese positivo. Más manejo autónomo para poder sostener a profesionales de primera línea y pensamiento independiente, que prestigiaban a TvPerú, como Carlos Cornejo o Francisco Belaunde, cuyas salidas no han sido aun suficientemente explicadas.
* Historiador, profesor universitario y ex presidente ejecutivo del IRTP