Hugo Blanco: “Nos siguen gobernando las transnacionales”

Por: 

Francisco Pérez García

ENTREVISTA
“Nosotros los indios”, es el nombre del libro que recoge las experiencias del político y dirigente social Hugo Blanco, figura histórica de la izquierda peruana. A propósito de esta publicación, Hugo Blanco recibió a Otra Mirada en su casa en el Rímac. 

En este lugar, Blanco Galdós con sus 83 años sigue produciendo. Escribe sobre el cambio climático, la amenaza que significa Donald Trump, la reforma agraria que inició en La Convención, la realidad de la izquierda peruana y la presencia del neoliberalismo en la historia reciente del Perú.

PERÚ, GOBERNADO POR LAS TRANSNACIONALES
Han pasado 17 años desde que recuperamos la democracia, tras la década del fujimorato, y cuando parecía que la transición democrática era la oportunidad para nuestro crecimiento, la corrupción se mantuvo perenne.

Para Hugo Blanco, la democracia que vivimos es delicada porque “continúan gobernando las transnacionales, cualquiera que se llame el presidente: Kuczynski, se llame Toledo, Fujimori, Alan, Keiko, que sea lo que se llame, pero gobiernan las transnacionales. Los presidentes, los políticos, son instrumentos, debaten entre ellos, pero todos sirven a las transnacionales”. 

El ex dirigente sindical, considera que frente a esto es necesaria la resistencia ciudadana, “existe la movilización en el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos la Marcha de las Mujeres fue el movimiento más grande contra Trump, este presidente que es una amenaza global, niega el calentamiento global y ha quitado fondos para ese tema y eso acerca a la humanidad a su extinción”, asegura. 

LA ACCIÓN CIUDADANA FRENTE A LA CORRUPCIÓN
Le preguntamos a Hugo Blanco sobre la actual situación de corrupción, precisamente promovida por grandes empresas. ¿Cómo enfrentamos estos hechos? 

“Solo el movimiento popular organizado, es el que debe confrontar esto. No estamos por el triunfo de ningún caudillo o dirigente, sino que la comunidad gobierne. Y esto no es fantasía, es realidad, por ejemplo, en Chiapas (México) 20 mil indígenas viven con el gobierno del pueblo. Ellos eligen una asamblea que gobierna en beneficio de la comunidad y no ganan dinero. Se demuestra que todos son capaces de asumir estas funciones y tomar decisiones sin necesidad de contar con los políticos. En Cusco, en Limatambo hay un ejemplo similar la comunidad eligió a su propio alcalde, y cada tres meses en asamblea, se rendía cuenta y se decidía que debía hacer el municipio en beneficio de la comunidad”, agrega.
Nuestro referente más cercano de movilización popular es del 2000 cuando se derrocó a la dictadura, y cuando se lo mencionamos a Blanco, baja la mirada, respira hondo, se indigna y luego levanta la mirada para decirnos “Claro, pero ahí pusimos a Toledo y mira lo qué pasó.  Está corrido”. 

LA IZQUIERDA PERUANA HOY
A un año de las últimas elecciones, Blanco es consciente de la realidad de la izquierda peruana, la que hoy busca espacios de unidad.

“Yo creo que, por elecciones, jamás van a permitir que la izquierda llegue al poder, tampoco seremos mayoría en el congreso. Las transnacionales no permitirán eso, la derecha tampoco. Lo que debemos hacer es aprovechar el proceso para hacer propaganda de nuestras iniciativas, de nuestras ideas, nuestras propuestas, si no las usan eso es otro asunto, pero debemos darle a conocer a la gente lo que queremos y planteamos. Usar los espacios de propaganda para decirle a la población lo que defendemos”, afirma.

Le pedimos un ejemplo de cómo usar esos espacios. Blanco se remonta a la década de los 70, cuando en pleno gobierno militar la CGTP convocó a un paro nacional. Eran las épocas del proceso electoral para la Asamblea Constituyente y él era candidato. Al igual que en estos tiempos, había espacios gratuitos para la propaganda electoral. Pero Hugo Blanco no se iba a quedar tranquilo con solo decir por qué deberían votar por la izquierda para la constituyente. 

“Yo fui a dar un mensaje en los medios, pero no para pedir que voten por mí, sino para pedir a la gente que apoye el paro y salga a la calle. Claro, me costó una deportación, pero se hizo lo que se quería. Eso debe hacer hoy la izquierda, usar lo que el sistema nos da para difundir nuestras propuestas.”, asegura con la certeza que dan los años de experiencia. 

EL FUJIMORISMO: EL MAL DE NUESTRA DEMOCRACIA
Blanco considera que la mayoría fujimorista en el congreso no es casual. Es producto de un trabajo de años, de un populismo creciente. “Cuando Fujimori dio el “fujishock”, empezó a repartir alimentos, regalando a la gente pobre y eso han seguido haciendo, tanto Keiko como su hermano (…) regalando y repartiendo alimentos, entonces la gente necesitada dice “qué bueno”…

Y es ahí donde la izquierda pierde terreno ¿no?
“Sí pues. “Qué buena gente es Keiko que nos regala comida. Ni la izquierda ni nadie nos regala comida, pero Keiko sí, que buena es, hay que votar por ella”, esa es la razón de la mayoría fujimorista. Han seguido haciendo populismo regalando cosas, dinero”.

“NOSOTROS LOS INDIOS”. UNA REIVINDICACIÓN HISTÓRICA
El libro del  Programa Democracia y Transformación Global y el Centro Bartolomé de Las Casas de Cusco, recoge la historia de Hugo Blanco, el resumen de sus luchas y el testimonio de quienes lo han conocido y han vivido parte de sus experiencias. Blanco lo resume así:

“Los editores lo han confeccionado conversando con gente que me ha conocido, que me ha acompañado en las luchas. Este libro nació para recordar la lucha popular, campesina, como la primera reforma agraria que no fue la “de Hugo Blanco”, fue la reforma promovida por el pueblo en La Convención (Cusco) en los sesenta. Yo sigo yendo a las regiones, converso con la gente, vemos la nueva lucha contra la minería, la de los campesinos, los agricultores que vienen siendo avasallados por la gran empresa y este libro es una reivindicación de esas jornadas”. 

Terminamos esta conversación y se nos quedan en el tintero diversas anécdotas contadas por Hugo Blanco, como el origen de los míticos sombreros, pero eso queda para la experiencia. Nos despedimos del viejo líder trotskista, defensor del gobierno de Velasco al que considera “el menos malo de todos, a pesar que me deportó a México y me quiso hacer trabajar una reforma agraria que no era como la pensábamos.”. 

Así es Hugo Blanco un eterno luchador que defiende al velasquismo de “los ataques que la derecha le hace porque hizo reformas incluso mayores que las hechas por los gobiernos del llamado socialismo del siglo XXI”. Incluso antes de irnos nos dice “¿sabes por qué el nacionalismo de Velasco no cuajó? Porque cuando la nacionalización no es controlada por las bases, solo sirve para enriquecer a los burócratas. De todas maneras, hizo reformas intensas y eso es lo que yo defiendo y en lo que creo”, nos dice mientras nos despide con una sonrisa en el rostro y fuerte apretón de manos, como un viejo conocido de toda la vida.

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