Alejandro Narváez Liceras (*)
La guerra arancelaria de 2025 ha impactado de forma directa y cuantificable en los estados financieros de las empresas petroleras. Ninguna empresa del sector está exenta de este duro golpe. Ingresos en descenso, costos operativos al alza, inversión recortada y mayor presión sobre el flujo de caja definen un panorama sombrío y desafiante para la industria.