Falacias en el documental de Hernando de Soto
Con el paso de los días, el documental “El misterio del capital de los indígenas amazónicos”, se ha convertido, sin querer, en un boomerang para el economista Hernando de Soto.
En nuestro infodiario del 14 de setiembre, analizamos algunas críticas a los planteamientos de De Soto realizadas por el economista José de Echave y el periodista Róger Rumrrill. Ahora, recogemos los argumentos del sociólogo Fernando Eguren, en su texto “El misterio político de la propiedad”, quien mediante un certero análisis, descubre otras falacias en las que se basa dicho documental.
En primer lugar, si como dice Hernando de Soto los títulos que el Estado otorga a las comunidades indígenas “no son más que pedazos de papel”, ¿qué culpa tienen de esto los indígenas? Por el contrario, es el Estado quien, por alguna extraña razón, no les otorga a los títulos comunitarios un rango mayor para poder desarrollarse.
En segundo lugar, un “buen título de propiedad” no es la llave automática a crédito o capital (como afirma Hernando de Soto), pues todo depende de la decisión que tomen las entidades crediticias. Es decir, que un pequeño propietario posea un título de propiedad bien saneado no significa que el banco le vaya a prestar plata, pues recordemos que el actual sistema de créditos en el país es demasiado astuto para conformarse con una sola garantía.
En tercer lugar, si a Hernando de Soto le interesaba conocer porqué la propiedad comunal es tan frágil, le hubiera bastado con observar cómo el Estado, en los últimos años, ha reconocido y protegido más derechos de las empresas que solicitan concesiones para extraer gas o petróleo, que a las comunidades indígenas o a los pequeños propietarios. Por eso, para Eguren, el problema no se restringe a contraponer la propiedad individual versus la propiedad comunal, sino en reconocer el actual rol que juega el Estado para que las comunidades amazónicas no salgan de la pobreza y la exclusión.
Fernando Eguren se atreve a señalar que el único “misterio” por desentrañar es afirmar cómo los gobiernos manipulan leyes y contratos para beneficiar a empresas poderosas y extranjeras. Ese el verdadero problema, pero existe una total falta de voluntad política para reconocerlo. En este caso, las acciones del actual gobierno han contribuido a empeorar este problema, protegiendo, contra todo, a estas empresas y enfrentándose a los pueblos amazónicos.
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