CELAC 2022: Fortalecer la integración y superar el Superávit de organismos

Por: 

Aida García Naranjo Morales (*)

Los días jueves 6 y viernes 7 de enero Argentina fue sede de la XXII cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En un contexto marcado por el avance de los gobiernos progresistas en la América Latina y el Caribe, Alberto Fernández logró que la Argentina adquiera un rol protagónico como articulador entre los distintos países latinoamericanos y del Caribe. Argentina estaba preparada para asumir la presidencia pro tempore (PPT) de la organización.

Por primera vez, las seis principales economías más grandes de América Latina y que representan el 90% de su PIB podrían estar gobernadas por presidentes progresistas. Lo son ya Argentina, Chile, México y Perú, y tendremos que esperar unos meses para confirmarlo cuando se den las elecciones de Brasil y Colombia, en las que todo indica que ganarán Lula da Silva y Gustavo Petro. (El Pais.05.01.2022)

El objetivo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Alberto Fernández, aliados estratégicos en la región, consiste en promover la CELAC, como organismo que trabaje para mejorar la integración política entre los países que la integran. Las negociaciones para que la Argentina quedará como única candidata para la PPT de la CELAC comenzaron durante la gestión del excanciller Felipe Solá y culminaron bajo la conducción del Canciller Santiago Cafeiro.

"La propuesta argentina fue suscitando un apoyo mayoritario de todos los países y hará que el presidente Fernández presida este mecanismo a partir del año 2022, advirtió Cafiero, en donde destacó la importancia de la CELAC "como un mecanismo que no excluye a nadie, donde todas las voces sean tenidas en cuenta".  "Para nosotros haber logrado que la Cumbre en la Argentina ya es un logro importante agregó. La cumbre fue mixta (virtual y presencial), con la asistencia de representantes diplomáticos de 30 países, entre los que se encuentran desde Marcelo Ebrard (canciller mexicano y futuro postulante a la presidencia para suceder a AMLO).

La reunión en el Palacio San Martín ratificó a Alberto Fernández al frente de la CELAC. 

Argentina logro el viernes 7 de enero los apoyos necesarios para presidir el 2022 la CELAC, ya que así se determinó durante la XXII Reunión de ministras y ministros de Relaciones Exteriores. “Hay consenso”, señaló en la sesión Marcelo Ebrard (país que ostentaba la presidencia desde el 2020). El Canciller Cafiero afirmó que “es un gran honor y un orgullo que Argentina ejerza la PPT de la CELAC”. Así mismo destaco que la idea es “dar continuidad al mandato popular y regional, que es avanzar en la integración a pesar de las dificultades” y ... “avanzar con una agenda abierta en la tarea de fortalecer el diálogo en la región, de los Estados partes y fundamentalmente continuar con las herramientas de integración necesarias para seguir construyendo una región en paz.  No empezamos de cero, somos parte de una historia donde muchos lideres de América Latina y el Caribe vienen dejando testimonio tras testimonio, y esos testimonios muestran al mundo que estamos profundamente orgullosos de nuestra cultura de encuentro y de paz”, reafirmó. Además, se propuso poner el acento en las políticas de Genero “para asegurar la igualdad de mujeres y los hombres en la región y fomentar la cooperación digital y tecnológica en una región rica en diversidad e identidad”. 

Cafeiro dio gracias “al respaldo de los estados de la CELAC, al reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas”. “El Papa Francisco abogo por un tiempo en el cual se constituya una épica de la solidaridad en las relaciones internacionales. Y la CELAC es un testimonio vívido de esa concepción “puntualizo Cafeiro como cierre de su discurso.

Antecedentes

Para los latinoamericanos la búsqueda de un destino común, vía la integración, tiene ya un largo camino.

Por supuesto que muy lejos debemos ubicarnos hoy del Tratado de Tordesillas (1479) que dividió el océano Atlántico por una línea desde el polo norte hasta el polo sur, 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Tal línea dejó el hemisferio. Así los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal se pusieron de acuerdo sobre los territorios que podía conquistar cada reino, lo cual determinó la configuración de América del Sur. Mucha agua ha corrido desde esa época bajo el puente o más bien sobre los océanos de nuestras dos orillas, en toda nuestra América bioceánica. 

Hace 61 años (1960), el primer proyecto integracionista latinoamericano, se propuso asegurar un mejor nivel de vida de la población y nació con la firma del Tratado de Montevideo (TM60), que creó la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). 

Su objetivo fue alcanzar una mayor integración económica entre los siete países fundadores, Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, a los que posteriormente se unieron Colombia, Ecuador, Bolivia y Venezuela y que posteriormente integraría a Cuba, Panamá y Nicaragua. El nuevo desafío es la incorporación a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), nuevo nombre de la ALAC, de Costa Rica, El Salvador y Guatemala, entre otros países, para ampliar la ALADI hacia Centro América y el Caribe. 

“Una cosa fue la ALALC en los sesenta, influenciada por el pensamiento de la CEPAL —es decir no era un pensamiento liberal, sino desarrollista— donde planteaba que a los modelos de desarrollo nacionales, que debían ser modelos industriales y modelos diversificados para evitar las dificultades y las injusticias en los términos del intercambio comercial, nosotros teníamos que agregarle una integración de nuestras economías y nuestros mercados para que América Latina dejara de ser un continente periférico y marginal o dependiente y pudiera ser un actor económico importante. Sabemos que la integración no puede ‘mercantilizarse’, sabemos que no puede estar solamente como integración de mercados, que es importante cuando le sirve al bienestar de nuestros pueblos. Pero también sabemos que la integración de nuestras economías es fundamental para ser menos vulnerables a las oscilaciones de un capitalismo y de una globalización absolutamente incierta e inequitativa y desigual”. (Álvarez, Carlos, secretario general de la ALADI/XVII Consejo de ministros/agosto 2014).

En el siglo XXI tenemos también nuevos esfuerzos de integración.

Los primeros esfuerzos con una orientación de ruptura con la integración pro Washington se produjeron tras el cambio de correlación de fuerzas en la región por la primera oleada de gobiernos progresistas. 

En ese marco, en el 2004 se crea la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP); en el 2008, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que reorienta a la Comunidad Suramericana de Naciones creada cuatro años antes; y en 2011, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC). 

La tendencia a una integración tutelada por Estados Unidos responde con la Alianza del Pacífico en 2011, y en 2019, en el marco de una nueva correlación de fuerzas en el subcontinente, los gobiernos de derecha denuncian Unasur y crean el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur). 

Se convierte así en una urgencia de primer orden para la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), establecer el diálogo con los distintos mecanismos y espacios de integración subregional a fin de consensuar una agenda económica y social de emergencia para la región, de carácter social, popular y sostenible.

(*) Ex ministra de la Mujer y Desarrollo Social.  Ex Embajadora del Perú en la República Oriental del Uruguay. Ex Represéntate del Perú ante ALADI y MERCOSUR. Integrante del Grupo de Puebla y del Grupo de Trabajo del Foro Social de Sao Paulo.

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