Laura Arroyo G.
Es normal que el "que se vayan todos" goce de aceptación popular. No solo es normal, es lógico y justificado. Pero esta es una trampa y comporta un problema mayor: no existe un "que se vayan todos". Lo que existe es un canje. Siempre que alguien se va llega otro alguien. La segunda cara de la moneda es aquella que si se van todos, ¿Quiénes vienen?