Sí hay plata para la reconstrucción

Por: 

Humberto Campodónico

No cabe duda que el fenómeno del Niño Costero altera de manera radical el panorama económico, político y social del país. La tarea de la hora va a ser la reconstrucción, sobre todo en el norte del país. Los primeros temas de la agenda tienen que ver con los hogares de los damnificados, el agua y el desagüe, la electricidad y también la reparación de los daños causados a la infraestructura.

Pero todo esto no viene como rayo en cielo sereno, pues la situación económica ya venía atravesando serios problemas, en los cuales tiene responsabilidad el actual gobierno pues mantuvo la política monetaria restrictiva de Humala, realizó un duro ajuste fiscal (recorte inversión pública) innecesario en el IV Trimestre  del 2016 y puso todos los huevos de la política económica en la canasta del “destrabe” de la inversión privada: (límite 30% del PBI a deuda pública y límite de4% del PBI al Fondo de Estabilización Fiscal, FEF).
 
Además, el gobierno se encontró con el escándalo de coimas de Odebrecht que, además de ser un duro golpe al régimen político, constituye lo que los economistas llaman un fuerte “shock” de demanda negativo (se paralizan grandes inversiones en infraestructura), lo que liquida la táctica del “destrabe” preconizada a inicios del gobierno de PPK. 
 
A ello se suma lo dicho al inicio: el inesperado Fenómeno del Niño costero, que afecta tanto la capacidad productiva (shock de oferta negativo porque se produce menos). Y produce también una segunda vuelta de tuerca al shock de demanda negativo señalado en el párrafo anterior, ya que reduce las compras que realizan en el mercado todos los agentes económicos, tanto los productores, los intermediarios y los consumidores (en jerga económica, se reduce la demanda agregada).
 
Ante estos fuertes impulsos recesivos, que operan en una economía urbana que lleva ya 3 años paralizada, el gobierno anuncia un plan de impulso fiscal y de reconstrucción de las zonas afectadas por el desastre climático, mientras que el BCR simplemente mira desde la tribuna y no rebaja la tasa de interés de referencia (para abaratar el costo del crédito y dinamizar la economía. Pareciera que el BCR no considera “su problema” la amenaza de una recesión abierta (1).
 
En este artículo queremos referirnos a un tema clave para la reactivación y la reconstrucción: ¿tiene o no tiene plata el gobierno para hacer frente a esta emergencia? ¿Hay o no ahorros fiscales? Y si los hay, ¿se deben usar o no en esta coyuntura? Veamos.
 
La primera fuente de ahorro es el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), que recibe los ahorros del gobierno en cada año fiscal (si los hay). La cuestión es que sí los hay porque en la etapa de las “vacas gordas” de los altos precios de las materias primas los ingresos tributarios aumentaron (sobre todo los provenientes de los impuestos a las empresas mineras y de hidrocarburos (principalmente gas natural).
 
La Ley27245 de 1999 dice que se le puede usar para: a) reducir el saldo de la deuda pública, b) para cubrir una caída repentina y transitoria en los ingresos ordinarios del Tesoro Público y, c) en casos de emergencia nacional o de crisis internacional.

Tenemos críticas a esta Ley porque los puntos a) y b) son muy limitados y no permiten, por ejemplo, el uso del FEF para fines de reactivación económica (aunque hasta cierto punto ello está implícito en el acápite b). Es por ello que ha habido discusión acerca de si se puede usar o no. En todo caso, si se desea usar para reactivación se puede modificar la Ley 27245 porque nada debe estar escrito en piedra y la salud económica del país viene primero. Pero el punto c) es muy claro. Y hoy estamos en un caso donde no solo se necesita el FEF para reactivar sino para reconstruir ya que estamos en emergencia nacional.

¿Cuánto dinero hay en el FEF? Al 22 de marzo, nos dice la Nota Semanal del BCRP (Cuadro No. 12) que  hay US$ 8,257 millones, lo que equivale a 4% del PBI.
Pero esos no son los únicos ahorros fiscales. Dice también el Cuadro 12 que los depósitos del Sector Público en el BCRP ascienden a US$ 14,796 millones, cifra a la que hay que descontarle el monto del FEF. Por tanto tenemos US$ 6,539 millones adicionales, lo que equivale al 3.2% del PBI. La mayor parte corresponde a “Otras Cuentas del MEF”, que es la manera que tiene el MEF de guardar nuestra plata sin que “nos demos cuenta”.

En todo caso, lo que consigna el BCRP es 7.2% (4% del FEF más 3,2% de las Cuentas del MEF.

Pero allí no termina la cosa. Dice el MEF en su Marco Macroeconómico 2016-2018: “es importante señalar que Perú cuenta con un ahorro público por encima del 16% de PBI, entre los que destaca: 1) el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF, 4,7% del PBI), que acumula los superávits fiscales generados en años previos y, 2) la Reserva Secundaria de Liquidez que refleja el componente estructural de las finanzas públicas” (página 8). Agreguemos que el ex Ministro Castilla dijo que había un equivalente a 15% del PBI en activos líquidos (2).

El 16% del PBI equivale a US$ 32,000 millones, bastante más que el 7.2% que nos informa el BCRP. Esto tiene que aclararse. En el ínterin, queda clarísimo que se puede usar por lo menos el 7.2% del PBI. ¿En qué proporciones y en qué ritmo? Habría que analizarlo en detalle.

Pero de lo que sí no queda duda es que debe modificarse la meta del déficit fiscal del 2.5% del PBI para el 2017, pues dicha meta impone un candado al gasto fiscal por encima de ese límite. Y como ese límite se puso antes del plan de Impulso Fiscal y, claro, de la catástrofe nacional, es evidente que esa meta es ya “ropa vieja” que hay que botar.
Si el gobierno no lo hace, entonces podemos decir que no habrá plan de reactivación creíble. Menos aún, plan de reconstrucción nacional. Veremos qué pasa.

(1) Buena parte de estos argumentos son del artículo de Oscar Dancourt, "Las vacas flacas", marzo 2017,www.pucp.edu.pe
(2) “El sector público tiene el equivalente a 15% del PBI en activos líquidos (depósitos), incluyendo un 4% en el BCRP. Los cuatro puntos porcentuales que maneja la autoridad monetaria –precisó el ministro- corresponden al monto ahorrado por el fisco y que está en el Fondo de Estabilización Fiscal ante una eventual crisis externa” (Luis Miguel Castilla, Gestión, 25/03/2014).

 

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