Una reciente entrevista realizada al congresista pepecista Juan Carlos Eguren, por el diario La Primera¹ el 20 de julio, nos ha causado alarma sobre la concepción de democracia que maneja el mencionado congresista. Para empezar, señala que el 70% de peruanos se encuentra en el centro derecha, lo cual contradice múltiples encuestas, las demandas de los últimos movimientos y las cifras de las elecciones presidenciales pasadas, las cuales el legislador parece olvidar.
Pero lo más grave es que Eguren afirma que quienes son contrarios al modelo económico actual, modelo instaurado durante la dictadura de Alberto Fujimori, están atentando contra la democracia y el sistema en general; vale decir, que cualquier opositor al modelo es un “antisistema”. Por esta razón, considera al ex candidato presidencial Ollanta Humala como el “gran enemigo” de la democracia. En palabras del propio congresista: “Considero que en el espacio democrático están todos aquellos que se diferencian del humalismo, incluyendo al fujimorismo” ¿El fujimorismo es democrático?
No es novedad ver el apoyo de la derecha tradicional (PPC) a los fujimoristas. No olvidemos que durante el régimen fujimorista esta derecha, a través de sus partidos, avaló el modelo económico. Lo que el congresista olvida es que el líder actual del fujimorismo acaba de ser  condenado por crímenes de lesa humanidad a 25 años de prisión, que lideró un “autogolpe” a casi dos años de haber entrado a Palacio de Gobierno, que cometió fraude electoral en el referéndum del año 93, las elecciones del 95 y las del año 2000 y que cometió sendos actos de corrupción, uno de los cuales ha sido recientemente sentenciado con siete años de prisión; entre otras cosas. No obstante, Juan Carlos Eguren, defiende el modelo instaurado en dicho gobierno y el carácter democrático de la fuerza política que lo sustenta.
Por otro lado, el congresista Eguren deja claro, en su discurso, que el modelo económico actual es legal y que todo aquel que esté en contra, actúa ilegalmente. Del mismo modo, esta polarización en su discurso evidencia que se considera a cualquier opositor, un “enemigo” y no un adversario. Con un adversario se puede dialogar, pero con un “enemigo” no. Al “enemigo” se le reprime porque es peligroso. Ese es el discurso de la derecha peruana. Por un lado, polarizar al país con el discurso contra el “único gran enemigo” (vale decir, cualquier “antisistema”) y por el otro, querer presentarse como “oposición”, tomando distancia del gobierno al cual apoyan en cada crisis y cuyas medidas avalan para salvar el modelo con miras al 2011(ver infodiario N.57).
Nos preguntamos ahora, con ese discurso ¿quién está siendo radical?

¹ La Primera 20/07/2009 http://www.diariolaprimeraperu.com/online/edicionNota.php?IDnoticia=42471&EN=1571