Ya se han cumplido dos años de lo ocurrido en el terremoto del sur del país y el saldo del  desastre lo siguen pagando, hasta el día de hoy, los habitantes sureños. La reconstrucción ha sido insuficiente y lenta. En Pisco, por ejemplo, el 40% de la ciudad aún no tiene luz y solo el 20% de los hogares poseen sistemas de desagüe en buen funcionamiento. El panorama es desolador.

Para comenzar, tenemos el precedente del Fondo de Reconstrucción del Sur (FORSUR) que, al igual que varias iniciativas gubernamentales, surgió como un organismo sacado de la manga presidencial con el fin de silenciar las voces de los perjudicados y la prensa nacional. A los pocos meses de su instauración, la renuncia de la mayoría de miembros del comité directivo de esta institución evidenció la improvisación tras esta propuesta. La modificación de la ley FORSUR, realizada luego de que el primer presidente de la institución, Julio Favre, fracasara en la tarea, otorga la presidencia  del comité directivo al Ministro de Vivienda. En la actualidad, Francis Allison se desempeña en el cargo y antes que él otros tres nombres ocuparon la presidencia.
 
El 15 de agosto último, Juan Daniel Maguiña Roca, representante del FORSUR, afirmó que solo el 25% del presupuesto de esta institución ha sido ejecutado¹. Han pasado dos años desde la creación del FORSUR, ¿cómo es posible que solo el 25% del presupuesto haya sido ejecutado? Pero además, el Congreso de la República emitió un informe detallando una serie de motivos por los cuales se demostraba ineficiencia y corrupción en esta entidad².
 
Por un lado, la ineficiencia del FORSUR a la hora de aprobar proyectos causó que, en el año 2008, más de 23 millones de soles para 27 proyectos a favor de los damnificados fueran devueltos al tesoro público. Por otro lado ciertas Unidades Ejecutoras que recibieron transferencias financieras por parte del FORSUR y cuyos proyectos fueron desaprobados luego de realizada la transferencia, no devolvieron el dinero entregado y, para terminar, la Contraloría General de la República no fiscalizó el destino de los fondos internacionales donados al FORSUR, que ascenderían, según el Ejecutivo, a 255 millones 800 mil soles.
 
Sin embargo, lo que resulta alarmante es la incapacidad estatal para hacerle frente a una tragedia que ha ocurrido hace ya dos años. Siendo este un país sísmico, llama la atención que no haya una respuesta ordenada y coherente frente a una emergencia de este tipo en algún lugar del país. La semana pasada, el ministro de vivienda Francis Allison, anunció que este año se iniciaría el “gran cambio” en la reconstrucción del sur³. Uno se pregunta, por qué dicho “cambio” ha esperado dos años para iniciarse y en qué consiste.
 
Mientras tanto, entre las reacciones improvisadas y desordenadas por parte del gobierno y la  cobertura mediática que solo hace eco de este tema en el mes de aniversario de la tragedia, los pobladores de Ica, Chincha y Pisco siguen protestando y reclamando apoyo. La semana pasada tomaron la carretera sur exigiendo que se aceleren las obras. ¿Seguirán