Los desafíos de la inclusión financiera en el Perú

El Perú es uno de los países de la región con menores niveles de inclusión financiera, pese a que tiene el entorno más favorable para el desarrollo de las microfinanzas a nivel mundial. Así lo manifestaron especialistas de reconocida experiencia que analizaron los principales desafíos de la inclusión financiera en el Perú y elaboraron una serie de recomendaciones para superarlos.

Uno de los desafíos es promover el acceso al sistema financiero pues solo el 29% de los peruanos mayores de 15 años tiene una cuenta de ahorros en una entidad financiera, cuando el promedio en América Latina es de 51%.

Otro problema identificado es la cobertura insuficiente y centralizada del sistema financiero que está ausente en el 44% de los 1,046 distritos del país, es decir no hay bancos, agentes bancarios ni cajeros; mientras que en el 30% se registra un acceso insuficiente con solo un tipo de punto de atención, que por lo general son agentes o cajeros.

El informe advierte que el sistema financiero esta centralizado, siendo las zonas rurales, de difícil acceso y con mayores índices de pobreza, las que reportan una menor densidad de puntos de atención habilitados. Mientras en Lima el 57% de los distritos tiene acceso a oficinas bancarias, cajeros automáticos, en Huancavelica se llega al 12% y en Ayacucho al 9%.

La falta de acceso al sistema financiero genera costos adicionales en las transacciones. Por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) reportó que una de las usuarias del programa Juntos, para cobrar tiene que hacer un viaje de 5 horas, lo que implica un costo adicional de 20 soles que representa un 10% de la transferencia monetaria.

Para evitar esta situación, los especialistas consideran necesario continuar con la expansión geográfica de los puntos de atención y desconcentrar el sistema financiero, llevándolo a zonas pobres, remotas y con menor densidad poblacional.

Eso debe ir de la mano con una mayor cobertura de la electrificación y de telecomunicaciones, lo que es vital para la conectividad y para superar las barreras de costo y acceso geográfico. Asimismo plantean aprovechar la penetración de la tecnología celular y digital para incrementar la bancarización, mediante el uso de plataformas conocidas y al alcance de los usuarios.

DESAFÍOS Y RECOMENDACIONES
Un segundo desafío es diseñar productos y servicios financieros adaptados a las necesidades y características de los usuarios, debido a que las instituciones financieras formales no han venido ofreciendo productos ajustados al interés de la población excluida y que sean competitivos frente al sector informal.

Por lo general las poblaciones vulnerables recurren a vías informales para sus actividades financieras, no importando para ello que los préstamos sean más costosos debido a sus elevadas tasas de interés y que corran mayores riesgos.

Una de las recomendaciones es generar aprendizajes a partir de experiencias de instituciones microfinancieras y las cooperativas, que les permita reducir los costos de transacción, así como minimizar las exigencias documentarias y los montos de depósitos y créditos. Estas experiencias deberían ser recogidas por el sistema financiero formal como valiosos referentes.
Un tercer desafío es la implementación de iniciativas  de educación financiera, debido a que la falta de conocimiento y confianza es un elemento que no permite la inclusión financiera en el Perú. Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el 49% de los que no tienen una cuenta en Lima desconocen los requisitos para abrirla. El 52% de los hogares no sabe como elaborar presupuestos y no los utiliza.

Frente a ello consideran necesario la educación financiera a temprana edad, pues los niños y adolescentes tienen una gran capacidad de aprendizaje y tienen menos creencias erróneas y hábitos inadecuados que los adultos.

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR
Otro de los desafíos es fortalecer los mecanismos y procesos de protección al consumidor. La nula o escasa regulación de las entidades financieras ha favorecido el sobreendeudamiento y la morosidad, lo que va asociado generalmente a la escasez de información y a su poca transparencia o claridad.

Para superar la desconfianza es necesario crear mecanismos de protección innovadores, fortalecer los canales de quejas y consultas, garantizar la seguridad de los usuarios en el uso de canales no tradicionales, como la banca móvil o digital. Facilitar el acceso de los consumidores a información transparente, sencilla y suficiente sobre el sistema financiero, entre otras medidas.

Para los especialistas es importante promover el liderazgo del Banco de la Nación como entidad promotora de la inclusión financiera, debido a que se trata de la entidad con mayor presencia en territorio peruano con agencias en las 196 provincias del país y 363 agencias en el ámbito nacional.

La recomendación es que se utilice la capacidad instalada del BN para que otras entidades financieras expandan su oferta de productos y servicios, y de esta forma puedan llegar a nuevos mercados.

Los especialistas, entre ellos exministros, viceministros, altos funcionarios y expertos, analizaron los problemas de la inclusión financiera y formularon sus recomendaciones a través de la iniciativa Diálogos de Política Pública, organizado por instituciones interesadas en aportar en temas de interés público, entre ellas el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

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