La bancada fujimorista, los parlamentarios del partido aprista y el presidente de la Confiep, Roque Benavides, han coincidido en que la ciudad de Lima debería renunciar a la organización de los juegos Panamericanos y Para-Panamericanos y redireccionar los recursos a las emergencias de Piura. Es decir, quieren que el país haga un papelón monumental y se establezca un pésimo antecedente cuando se participa en los concursos para la organización de eventos de talla mundial. Al país le costaría US$50 millones y no volver a organizar ningún evento deportivo internacional en 20 años.

La Organización de los Juegos Panamericanos y Para-Panamericanos son mucho más que un gasto inútil. Los juegos son eventos que permitirán que Lima se ponga en el mapa de las ciudades que pasen a ser consideradas como Centros Urbanos o Ciudades de "talla mundial". Los Juegos permitirán mejorar la infraestructura deportiva con obras indispensables que no son elefantes blancos, dinamizar la economía nacional, generar nuevos negocios inmobiliarios, promover el turismo, mejorar la movilidad urbana, generar mucho empleo calificado y no calificado y sobre todo ayudará a que se consolide la idea de que Lima y el Perú son destinos culinarios de primer orden mundial. Lima derrotó a Santiago de Chile para obtener el reconocimiento y el derecho de organizar los juegos. Uno de los pilares del triunfo fueron las mejoras en el transporte realizadas (Metropolitano y Líneas del Metro) y por realizar (reforma del transporte). Es cierto que en algunos países sedes de eventos deportivos internacionales se han realizado elefantes blancos y el ejemplo más nítido es un estadio en una localidad en donde no hay campeonato de fútbol, pero ese no es el caso de Lima y el Perú, en donde tenemos un retraso de 40 años en la infraestructura deportiva. 

Además, los juegos generarán un factor de inducción de la reforma de la movilidad urbana. Por ejemplo, el gobierno está trabajando incentivos para acelerar la modernización de la flota en el Corredor de las Panamericanas (norte, sur y Vía de Evitamiento). Se apoyaría o incentivaría la incorporación de 350 buses, que luego se incorporarían al Corredor Complementario correspondiente. Un importante legado para la ciudad. La inducción incluye conductores entrenados, capacitados y certificados con el estándar del SIT. En general, se realizarán obras para darle agilidad al tránsito en un radio de 1.5 Km. a los lugares principales de alojamiento y de las competencias. Además, los Juegos Para-Panamericanos exigen tomar decisiones y realizar obras y acciones para mejorar la accesibilidad para las personas con discapacidad en amplias zonas de Lima y esto es lo más social de los juegos.

No le arrebatemos a quienes están un una condición adversa para desplazarse y movilizarse una única oportunidad de que mejore la accesibilidad. Además, zonas como Villa el Salvador y Villa María del triunfo perderán los impactos positivos de importantes inversiones que incluyen las Villas Deportivas.  

El gobierno peruano tiene suficientes recursos para utilizarse para ejecutar inversiones adicionales en casos de emergencia. De hecho, el gobierno ha anunciado un aumento de la inversión pública de S/.5.500 millones por encima de la ejecución actual que incluye los S/.4.000 millones destinados a los juegos en varios años. El gobierno del Perú ha señalado que se dispondrán de los recursos suficientes para enfrentar los gastos de reconstrucción y prevención de desastres (entre S/.800 y S/.1.200 millones). En líneas generales, las reservas de contingencias para desastres y temas semejantes equivalen al triple de los recursos requeridos en los Juegos. Los aumentos de recursos propuestos por el gobierno son posibles, en parte, por dos factores: subir el impuesto a la renta a 29.5% y ejecutar la carta fianza del gasoducto del Sur. Pero, principalmente, es posible dado que el Perú es el segundo país menos endeudado de Sudamérica (después de Chile) y que en tiempos de crisis y desaceleración todos deben volverse Keynesianos. Es decir debemos lograr que aumente la inversión pública para contrapesar la caída de la inversión privada. 

El Perú requiere dinamizar la inversión pública y algunos proyectos de inversión privada para mover la rueda de la economía. Ya se cayó el Gasoducto del Sur y es posible que se anulen la adenda y el contrato del Aeropuerto de Chincheros por las objeciones jurídicas planteadas por la Contraloría General de la República. 

El gobierno y el país requieren replantear las cosas para acelerar la ejecución de inversiones de 65% a 80% como ha propuesto el Ministro de Economía y Finanzas. Replantear o rotar las prioridades cancelando las obras de los juegos Panamericanos sólo generará problemas pues se tendría que reiniciar nuevos expedientes técnicos en otras líneas de inversión y se perderá tiempo y capacidad de gasto. El gobierno ha hecho bien en sacar los Juegos del sector educación  -con pocos éxitos en ejecución de inversiones- y pasarlo al MTC, que es el principal ejecutor del país desde que en el 2001 creamos Provías Nacional. Los juegos se pueden hacer pero debe trabajarse duro y parejo. El gobierno nacional y la autoridad de Lima deben defender el enorme reconocimiento que significa ser la sede de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Es un hecho sin precedentes que el alcalde de la ciudad, no defienda los juegos en su ciudad y vaya contra los intereses de los ciudadanos de Lima y los deportistas del Perú. Es increíble que el presidente de la Confiep proponga cancelar los juegos en contra de los intereses de muchas empresas. Por ello, sólo queda la interpretación de que la idea de quienes están haciendo demagogia con los desastres naturales, es usar los Juegos (al igual que la falsa ideología de género) para arrinconar a un gobierno débil y tentar un adelanto de elecciones. Dado que es un falso dilema señalar que los Juegos no se puedan hacer en paralelo a realizar las tareas de la emergencia por las lluvias y los desastres naturales, es claro que el objetivo es vacar al presidente y acelerar el momento en el que Keiko Fujimori llegue al Poder. 

Los hoteles, las ligas deportivas, los clubes profesionales, los atletas peruanos que se preparan para competir “en su cancha” y los ciudadanos queremos los Juegos de Lima y todo lo que viene acompañado a estos acontecimientos. Esperemos que el gobierno informe e ilumine de las bondades de los juegos. Esperemos que el oportunismo político no despoje a Lima de unos juegos que serán un importante camino a convertir a nuestra capital en una ciudad de talla mundial.