Los cusqueños tienen razón

Luego de que se suspendiera el paro que acataban gremios y organizaciones sociales del Cusco en defensa del gas de Camisea, el diálogo entre el gobierno y los dirigentes de La Convención le ha dado la razón a dos de las principales demandas de los pobladores de esta zona del país:

la construcción de una planta de fraccionamiento de gas en la localidad de Kepashiato, que se construirá con el aporte del gobierno central, regional y de la municipalidad de La Convención, y la protección de la intangibilidad del santuario Megantoni. Para lo último, las autoridades de La Convención deberán nombrar a dos representantes técnicos para que evalúen los respectivos estudios de impacto ambiental.

Recordemos cómo días atrás un sector de la derecha intentaba desvirtuar el fondo de la protesta en La Convención, señalando que el problema era el uso ineficiente de las regalías del canon por parte de las autoridades municipales. Además, se decía que el otro problema era la desinformación, del que se aprovechaban sectores radicales para cosechar réditos electorales. ¿Por qué cada vez que un grupo de peruanos reclama por sus derechos tiene que ser tildado de ignorante o terrorista? ¿Hasta cuándo este discurso tan racista y autoritario?

Hasta ayer, el gobierno concedió dos de los principales puntos del pliego de demandas alcanzados al Ejecutivo por el Comité Central de Lucha de La Convención, mientras que el tema de la no exportación del gas de Camisea seguía siendo debatido. En ese sentido, no debiéramos olvidar que este último aspecto es el tema crucial para el desarrollo energético del país.

El economista Humberto Campodónico, en su reciente artículo “Sí hay salida a la crisis del gas", planteaba que la salida a la crisis en el Cusco debiera significar también que el gobierno decrete que el gas del Lote 88, y del Lote 56 tal como lo planteamos en nuestro encarte Gas de Camisea. Regalo de dios que nos quieren quitar, se destinará única y exclusivamente al mercado interno. Para esto, señala Campodónico, el gobierno deberá declarar en emergencia el abastecimiento energético, explicándole a la empresa exportadora que la renegociación del Lote 88 en el 2006 fue ilegal, motivo por el cual se volverá al contrato del 2000 (que no permite la exportación de gas). Asimismo, se le dirá que utilice para la exportación, a otro precio por supuesto, el gas del Lote 57 de Repsol.

Finalmente, lo que queda demostrado, es que las demandas del pueblo cusqueño tenían asidero y que el gobierno actuó, nuevamente, de forma irresponsable dejando que pase varios días y que se calienten los ánimos de los pobladores. Escuchar y dialogar son siempre los mejores mecanismos para lograr comunicar nuestras ideas y llegar a consensos, ojalá siempre lo tengamos en cuenta. 

 

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