La recesión del COVID-19, fases y ciclos

Por: 

Gonzalo García Núñez

Han transcurrido menos de diez días de gobierno de los nuevos actores de la conducción de la Nación. A trompicones, los ministros han jurado sus mandatos, propios y ajenos, ajustando sus fajines mientras que los ayer candidatos -hoy implacables críticos- agoreros prematuros, anuncian ventoleras, interpelaciones, vacancias, renuncias. Tumulto. 

No han terminado aun de instalarse los nuevos funcionarios públicos cuando ya una bullangera y autodenominada oposición anuncia presuntos actos impropios en la calle y las curules. 

Pero, para desvirtuar exageraciones y legitimar algazaras ¿Cómo encontrar un neutral instrumento de medición de la eficacia de la gestión del país en un escenario de pandemia? ¿Como evaluar los resultados esperados por los planes del bicentenario antes del 2020 y después de entonces? ¿Como se podrá comparar la obra futura con la prometida si una buena parte de la actividad económica estuvo paralizada por meses? Y, en clima electoral y postelectoral ¿Como separar la pasión de la razón?

Cabe ensayar una respuesta parcial. 

Eficacia. La gestión económica se mide habitualmente por sus resultados y los impactos de la producción en diversos ciclos. Inversión y proyectos. Hay un tiempo de inicio y uno de termino. Cinco años, cinco periodos anuales presupuestales y electorales. Momento constituyente, referéndum, asamblea, ciclos y tiempos.
Así el ciclo se define como la sucesión de fases de incremento del nivel de actividad, un crecimiento económico positivo (expansión); y otro de declive de este mismo nivel, crecimiento negativo (recesión). Fases que están delimitadas por mesetas y picos (nivel más alto) y valles (nivel más bajo), los puntos de inflexión del ciclo para el gobernante.

Queremos todos un ciclo en alza.

Por lo tanto, los valores de los puntos/metas hacia el futuro deben estimarse utilizando diferentes enfoques prospectivos, cuantitativos, cualitativos, estadísticos y econométricos. 
En torno al tema, el Dr. Jaime Luyo del doctorado de la UNI nos entrega sus recientes cálculos sobre la evolución del Producto Bruto interno peruano y la tasa anual de crecimiento. Es un ciclo de largo plazo, más de medio siglo, entre el 1950-2015. Destaca un cambio de tendencia en el periodo 2002-2019. Explica lo que se puede esperar razonadamente.


La lectura cronológica sirve para fechar, descifrar y comprender el hoy y anticipar las fluctuaciones económicas del mañana a lo largo del ciclo de largo plazo. Roemer. Y, dentro del ciclo -también llamado Kondratieff-, los escenaristas, los conjunturistas y los analistas de la coyuntura pueden usar varias lupas de examen combinando plazos y resultados, estimaciones y previsiones. Las metas son los indicadores económicos funcionando como variables de control. Que también se emplean como variables adelantadas, rezagadas y/o coincidentes en relación al ciclo de referencia. 

Por lo tanto, cabe diseñar -con instituciones científicas y el acuerdo nacional- un método consensuado para el cálculo de estos indicadores utilizando enfoques diversos. Por lo pronto el seguimiento histórico de la evaluación del ciclo permite identificar hitos exactos en el decurso de la data. Al unir estos hitos se hace posible fecharlos. Así se definen métodos analíticos que descubren nuevas proyecciones de posibilidades en espacios, etapas, momentos y circunstancias que aclaran la evolución cuantitativa del análisis económico en múltiples dimensiones. 

A nivel global esta instrumentación se emplea para las comparaciones cíclicas internacionales y el examen de la sincronización (o no) del ciclo entre países. También se identifican las relaciones entre los ciclos de la economía real y financieros. Disponer de una cronología de referencia de los puntos de inflexión del ciclo económico parece, por tanto, ser muy valioso en el contexto de las herramientas para ayudar en la implementación serena y resultados concretos de políticas económicas.

En Estados Unidos, la cronología oficial de los puntos de inflexión en el ciclo económico está a cargo de un comité de datación de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER). Hay un Comité de Ciclo Empresarial, que determina las fechas de entrada y salida de las recesiones estadounidenses. Esta cronología sirve para muchos análisis empíricos. En Europa, el Center for Economic and Policy Research (CEPR) propone una cronología de los puntos de inflexión del ciclo empresarial para la zona euro. Brasil. España y Canadá, también han creado comités ad hoc, aunque de audiencia limitada. Francia tiene el Comité para la datación trimestral de los ciclos de la economía francesa (CDCEF) creado por la Asociación Francesa de Ciencias Económicas (AFSE), El objetivo era establecer una cronología histórica y actualizarla periódicamente.

La regla insuficiente: Dos trimestres consecutivos de caída de la tasa de crecimiento del PIB anuncian una inflexión negativa o recesión, es la llamada "regla de los dos trimestres" seguidos de bajada que no siempre alcanza para caracterizar totalmente una recesión. Ni siempre las fechas oficiales coinciden con el inicio de la “regla de los dos trimestres” ni tampoco con el final de la misma, caso de la crisis internet de los 2000.

La regla "DAD"

Para el NBER, recesión es: “Un descenso significativo de la actividad económica en las distintas ramas que dura más de unos meses. Esta caída significativa debería estar presente normalmente en el PIB, el empleo, la producción industrial, las ventas en los sectores manufacturero y comercial”. Tres características tienen: duración, amplitud y difusión dentro de la economía; esta es la llamada regla “DAD”. La duración indica que una recesión dura mínimo seis meses, de ahí la “regla de los dos trimestres” asociada a la amplitud y la propagación dentro de la economía. La amplitud se refiere a que un período de dos trimestres con una tasa de crecimiento del PIB ligeramente negativa no se considera necesariamente una recesión. Por el contrario, un evento que duraría sólo tres meses, pero con una amplitud muy grande, con importantes consecuencias macroeconómicas, podría admitirse como recesión. 

Sobre todo, del empleo, la difusión se refiere a que una recesión debe difundirse ampliamente en la economía. Por eso, el análisis del PIB por sí solo no alcanza para evaluar la ocurrencia de recesiones. Otras variables como el empleo, la producción industrial o los ingresos de los hogares deben incluirse en el proceso de análisis. 
Salir de la recesión es sinónimo entonces de salir de la pandemia. Episodios como períodos de recesión que desde 1947 terminan en el año siete y ocho si el pico de la recesión vinculado a la reciente pandemia Covid-19 fue fechado en el último trimestre de 2019, todavía es muy pronto para comentar la fecha de salida de tal recesión, sin precedentes en su forma y su perfil. Las futuras actualizaciones permitirán dar respuesta a esta pregunta.