GOP 26: Glasgow Climático

Por: 

Gonzalo García Núñez

Termina hoy la cumbre mundial sobre el cambio climático GOP26 en la capital de Escocia.  Pese a las severas críticas a su carácter deliberativo no deja de ser un hito de máxima alerta (-1. 5º C) sobre los efectos nocivos del calentamiento global. 

Hay que cambiar el modo de producción y circulación de mercancías vigentes, concluye. De seguir así, a la humanidad entera, nos espera graves peligros sobre las formas de vida en el planeta.

Urge entonces abandonar drásticamente las actuales prácticas que amenazan la existencia humana, la vida animal y vegetal sobre la tierra. 

Hay que atacar las causas del cambio climático e iniciar la gran transición energética del siglo 21. Aquella que nos libere de los gases con efecto invernadero, la huella de Carbono, los deshielos, la creciente contaminación de los cursos de agua, las altas temperaturas de las costas, las emisiones causadas por el sucio patrón de transporte masivo.

En fin, neutralizar los efectos negativos provenientes del mal uso de las energías y tecnologías fósiles sobre la vida humana. 

Por eso, para sobrevivir, Glasgow, la tierra de Adam Smith, invoca un nuevo modo de producción y consumo global en que dejemos de estar abastecidos por fuentes provenientes de la combustión de recursos fósiles. Estos deberán ser remplazados por fuentes no contaminantes, naturales renovables y, por tanto, no agotables. Y una eficaz disposición de residuos. 

Estos circuitos de energías fósiles y no renovables hoy explotan decimonónicas minas de carbón, extraen hidrocarburos de yacimientos petroleros, pozos de gas metano y etano, quemados -en su forma menos inteligente- para generar electricidad térmica, y usan cuestionados recursos de fuente hidráulica, nuclear y biomasa entre otras fuentes tradicionales. 

Hacia el 2050 habremos transitado de estos recursos históricos hacia la energía sostenible proveniente del sol, la energía solar atrapada por los paneles fotovoltaicos desde los muros de nuestras casas; captaremos el viento que hace girar modernos molinos en plantas eólicas que lo convierten en energías; las mareomotrices que explotan el ir y venir de las olas, mareas y playas de los océanos, las caídas de agua de los ríos y montañas.

Y las hidroeléctricas que adquieren su fuerza por diferencial de cotas y caudales; las caloríficas de los geiseres, las leñas, los recursos biológicos que activan plantas bioenergéticas. Tendremos una nueva matriz energética dicho en sencillo.

Y así sucesivamente iremos a los recursos que los pueblos quieren carbono-neutrales, para cumplir con las metas climáticas de sobrevivencia de la especie humana. 

Estas son metas expresadas en umbrales de temperaturas, límites de emisiones, presiones, volúmenes, variables mensurables -por ejemplo- por la menor emisión de CO2, una temperatura ambiente compatible con la vida humana, un nivel estable de las aguas de los océanos, entre otros indicadores.  

En el marco del Acuerdo de Glasgow ¿Qué está ocurriendo en el Perú y América Latina con la demanda de energía en tiempos de pandemia? 

Junto con una brusca recesión económica, la pandemia generó una violenta contracción del consumo (con posterior rebote) que está causando, una gran transformación de la demanda energética, principalmente eléctrica. BID dixit1

El consumo primario de energía en ALC cae el 2020 (-9%), se afecta principalmente la oferta productiva e industrial y hay una consiguiente disminución de la demanda de energía en naciones como Perú (-16.1%), México (-14.5%) y Ecuador (-13.6%) que ahora rebotan.2   

Sobre todo, disminuyo el consumo de energías no renovables sustituidas por solar, eólica y geotermia, todas las que juntas subieron 4%, mientras que la hidroelectricidad bajo 5.5%. 

Con estas cifras queda claro que para defenderse mejor de la pandemia es indispensable apelar a las fuentes renovables. 

Estas han demostrado ser resilientes frente a la crisis COVID-19.

Las energías renovables han aumentado su participación en la generación total (3% de la capacidad instalada de energía solar mundial y 4.7% en eólica). 
Y en la capacidad instalada (64% y 33% promedio anual), crecimientos de 36% y 18% (eólica) cuyo stock sube a 20.7 GW y 34.6GW respectivamente en Argentina (72%, 62%), Brasil (70%, 11%), México (27%, 23%), y Chile (21%, 32%).


La generación solar ha mostrado un notable crecimiento a un ritmo de 83% en promedio anual (2010-20). La generación eólica creció al 42%, con menor crecimiento de 10.1% en este último año. 

El resto de renovables no convencionales (geotermia y biomasas, sin considerar hidroelectricidad) se mantiene estable en 1%.

Las energías renovables no convencionales crecen 9% (232 TWh), 15% de toda la eléctrica del 2020. Equivale a la electricidad producida junta por Perú y Chile. 

Que saltara hacia arriba cuando la electromovilidad domine los mercados futuros. O sea, duplicar los actuales seis de cada diez TWh de la matriz eléctrica que son renovables. Esta será una positiva reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Usar trenes, camiones, motores, generadores… accionados por electricidad o hidrogeno.

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1 Cf.  Statistical Review of World Energy BID, Notas técnicas, blogs y Visualización de datos  en el HUB de Energía.

2 https://blogs.iadb.org/energia/en/how-the-pandemic-transformed-electrici...