En busca del tiempo perdido

Por: 

Sinesio Lòpez

La izquierda la tiene difícil, pero no todo está perdido. Aún puede recuperar el tiempo para corregir los errores del pasado que la están conduciendo a la irrelevancia política. Solo en ese sentido (de corregir los errores) porque el tiempo político, a diferencia de los tiempos económicos y sociales, no se puede recuperar. Las coyunturas políticas pasadas, que ofrecieron a las izquierdas oportunidades para actuar con éxito, ya no pueden volver.
 
Ante la podredumbre moral de los líderes de la derecha y ante la ceguera estúpida de los líderes de la izquierda, avanza un iletrado que ha hecho de la educación un pingüe negocio. Viene de abajo, pero es lo mismo que los de arriba. Para recuperar el tiempo perdido y avanzar en la jungla electoral, la izquierda tendría que realizar algunas tareas como las que siguen:
 
1. Concretar un acuerdo electoral para tener una plancha única, un solo programa y una sola estrategia electoral. La izquierda necesita una candidatura única, combativa, popular y creíble, en la que se reconozcan todos los descontentos con el establisment neoliberal. La izquierda no puede darse el lujo de la fragmentación como las derechas que tienen recursos abundantes, líderes conocidos y todo el apoyo de los medios concentrados.
 
2.  Establecer la polarización política derecha-izquierda planteando los problemas de fondo del país: el modelo de desarrollo, la refundación del Estado, la desigualdad, la informalidad social, la consolidación de la democracia y de sus instituciones, la globalización y sus desafíos, la multiculturalidad y la corrupción. Hay que traer a la conciencia y experiencia de la gente y a la superficie política estos problemas de fondo para disipar la falsa polarización política entre las derechas.
 
3. Reavivar la polarización social entre los poderes fácticos y los movimientos sociales contestatarios. El modelo neoliberal fue impuesto por los poderes fácticos nacionales e internacionales (con la anuencia del poder oficial) y ha sido resistido con eficacia por el veto de los movimientos populares y socioambientales (el arequipazo, el baguazo, el congazo, el de Tía María, etc). Hay que pasar de la protesta a la propuesta de un desarrollo alternativo viable.
 
4. Ocupar el espacio sociopolítico de centro-izquierda para evitar su colonización por las derechas y por el arribismo sin banderas. Eso requiere una buena candidatura única y creíble, un programa alternativo al de las derechas, una campaña electoral imaginativa y eficaz que conecte a la izquierda con las masas contestarías del país.
 
5. Recuperar la calle como espacio político del pueblo y de la izquierda y producir acontecimientos políticos que los medios concentrados no puedan silenciar.
 
6. Enviar a todos los cuadros de la izquierda a los barrios populares, al campo y a las universidades a hacer campaña electoral. Si se suman todos los cuadros dispersos de las izquierdas  forman un ejército de combate nada desdeñable para la campaña electoral. 
 
7. Buscar los recursos económicos necesarios para la campaña electoral y para hacerse presente también en los grandes medios.
 
8. Organizar redes con las radios de regiones y provincias y con la prensa popular y progresista.
 
9. Organizar un equipo tecnopolítico de las izquierdas y del progresismo para concretar el programa general y para el debate público con los equipos de las derechas neoliberales.

Publicado en el Diario La Repùblica, 26 de noviembre 2015

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