Jorge Chávez Álvarez*
No podemos seguir sustentando nuestro magro crecimiento económico en la exportación de materias primas, dejando nuestra estructura productiva anquilosada. Nuestra estructura productiva se ha diversificado muy poco, manteniendo su sello primario exportador y, además, sus mercados han tendido a concentrarse más, restringiendo la competencia y, por ende, el potencial competitivo del país.