¿Se puede bajar el precio del balón de gas?

¿Qué tan cierta es la declaración de Humala?

“El Gobierno no puede obligar a las empresas a bajar el precio del balón de gas”, declaró el presidente Ollanta Humala ante la pregunta de un periodista sobre el alto precio (50 soles) que tienen que pagar por el balón de gas los peruanos que viven en la ciudad de Iquitos. ¿Qué tan cierta es la declaración de Humala? ¿Se puede o no bajar el precio del balón de gas? 

La gran oportunidad de tener un balón de gas barato se tuvo con el Gas Natural de Camisea. Veamos. El Gas Licuado de Petróleo (GLP), que es lo que usamos en el consumo diario, puede producirse no solo por la refinación del petróleo crudo sino también a través de los líquidos provenientes del Gas Natural (GN). Tendríamos GLP más barato si lo obtuviéramos de los líquidos del GN. Por ello, en su momento, el Ministerio de Energía y Minas propuso que las regalías que se entregasen al Estado como parte de la explotación del Gas de Camisea sean en especie, es decir, un GLP que se podría comercializar a través de las distribuidoras de Petroperú. Según el ex ministro de energía y minas, Carlos Herrera Descalzi, el Consorcio Camisea tenía la voluntad de renegociar el contrato para cambiar las regalías de dinero por especie. Lamentablemente no hubo la voluntad política por parte del Gobierno para sacar adelante este proyecto.

En tanto, el añorado anhelo de la conexión domiciliaria de GN ha quedado trunco. Hoy las conexiones de gas natural alcanzan solo los 100 mil usuarios en Lima, quienes pagan alrededor de 12 soles por el servicio. Este es un ínfimo avance frente a la demanda de 1 millón y medio de usuarios que se tiene en nuestra ciudad capital. Lo peor es que el proyecto de instalaciones de gas natural lleva ¡diez años! y tiene menos del 10% de cobertura.

Por otro lado, también es posible tener un balón de GLP de petróleo más barato. En la actualidad, gran parte GLP que se consume en Lima se transporta vía marítima desde Pisco, lo cual encarece el precio final del balón de gas por el elevado costo del flete marítimo. En ese sentido, la construcción del poliducto Pisco – Lurín garantizaría el suministro eficiente y seguro de gas para Lima, reduciendo el precio del balón entre 10% y 15%. A pesar de estas ventajas, el proyecto del poliducto también ha quedado relegado en la política energética del Gobierno, dejando a los usuarios a merced de Pluspetrol, empresa que abastece el 84% de la demanda de GLP y que obtiene grandes ganancias como la principal empresa de transporte de gas.

Es lamentable ver que el gobierno no impulsa una real política energética en favor de las mayorías. Si bien existe un Fondo de Inclusión Social Energético (FISE), que Humala promociona con bombos y platillos, este es un sistema subsidiado que entrega un bono de descuento para la compra del balón de gas por 16 soles en favor solamente de 535,281 beneficiarios pobres. El FISE no es un proyecto de masificación del gas sino un programa de ayuda social focalizado. ¿Esta es la inclusión social de Humala?

Resulta legítima la demanda de una mayor presencia del Estado para que actúe a favor de los peruanos frente al abuso que cometen las empresas que disponen del precio del balón de gas. Esta presencia no implica caer en la irresponsabilidad fiscal pero sí garantizar mayores posibilidades de desarrollo para nuestro país.

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